Guardia Civil frente a un ordenador
Tres denuncias en Burgos destapan una red de sextorsión que afectó a más de 27 víctimas en toda España
Los detenidos contactaban a las víctimas por internet, generaban confianza, obtenían imágenes comprometedoras y exigían pagos inmediatos para no difundirlas.
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La Guardia Civil ha puesto a disposición judicial a 10 personas, de entre 20 y 30 años, como presuntas autoras, en distinto grado de participación, de los delitos de extorsión, blanqueo de capitales y pertenencia a grupo criminal. El perjuicio económico causado supera los 51.000 euros, según informa el Instituto Armado.
Las actuaciones se encuadran en las operaciones Bellasex, Sextorbur y Barsebur, desarrolladas por el Equipo de Investigación Tecnológica (Edite) de la Comandancia de Burgos.
Estas investigaciones se iniciaron a raíz de las denuncias de tres víctimas burgalesas, que permitieron localizar a otros 27 perjudicados repartidos por toda España.
Como consecuencia de las investigaciones, se ha logrado desarticular tres redes que, aunque independientes, compartían "una misma dinámica delictiva basada en la extorsión digital".
En la Operación Bellasex, el contacto con las víctimas se realizaba a través de redes sociales. En este contexto, los autores utilizaban perfiles de mujeres jóvenes para generar confianza y obtener material supuestamente íntimo.
Una vez logrado, comenzaban la fase de intimidación, simulando enviar las imágenes a los contactos del afectado y exigiendo pagos inmediatos para evitar su difusión. Cuatro personas han sido detenidas en Cataluña por estos hechos.
Pero la Operación Sextorbur reveló un entramado más complejo. Los mensajes intimidatorios tenían origen en República Dominicana, desde donde se captaba a las víctimas y se ejercía presión.
Dos personas en Sevilla y Ciudad Real actuaban como "mulas digitales", recibiendo el dinero de las víctimas y enviándolo al extranjero, quedándose con una parte como "comisión" por los servicios prestados.
Por su parte, la Operación Barsebur mostró otra variante de sextorsión basada en la intimidación directa a través de páginas de citas.
Las víctimas recibían mensajes de desconocidos que las acusaban de "hacer perder el tiempo a supuestas mujeres vinculadas a la trama" y exigían pagos bajo amenazas explícitas, incluso advirtiendo que individuos acudirían a cobrar la deuda a sus domicilios por la fuerza.
En esta operación se detuvieron dos personas en Cataluña y otras dos fueron puestas a disposición judicial en Mérida y Sevilla.
Las diligencias instruidas ya se han puesto a disposición de los juzgados competentes, si bien las investigaciones continúan abiertas y no se descarta la práctica de nuevas detenciones en el futuro.