El agua se ha convertido en el bien más valioso. La sequía está provocando que muchas zonas del mundo y de España se encaminen a convertirse en el escenario de la película Mad Max, donde el líquido elemento era el principal activo. El personaje de Joe Immortan es un tirano que ha sometido a sus súbditos confiscando el suministro de agua a la ciudad. Pues bien, como afirman los vecinos de Castrocalbón “el agua es lo único que tenemos y nos lo quieren quitar”.

El pasado mes de abril los vecinos de Castrocalbón, con menos de 1.000 habitantes, comprobaron por sorpresa que en su pueblo querían construir una planta embotelladora de agua para llevarse su recurso natural. Nadie les había dicho nada. “Aparecieron dos hombres que habían comprado un terreno privado y otro en un concurso que salió a subasta a un precio muy rebajado”, manifiestan desde Amigos del Agua del Valle del Eria, que recuerdan cómo un camión se encontraba en la zona para las primeras labores de prospección.  Estaban haciendo una prospección para un pozo. La intención es instalar una planta embotelladora de agua para llevarse el agua del pozo artesano de la Chana, algo que ha levantado a casi una comarca. El municipio está formado por los cuatro pueblos: Castrocalbón, Calzada, San Félix y Felecharesm que juntos forman el municipio de Castrocalbón. “Es cierto que legalmente no tienen obligación de decir nada, pero creo que un proyecto de estas características se tiene que informar”, critica. Además, les ha molestado que la licencia de minas solicitada data de junio de 2022, “tenemos documentación de ello”, exponen a El ESPAÑOL Noticias de Castilla y León.

Zona donde se tiene previsto instalar la planta embotelladora

Castrocalbón es el último pueblo de León en su zona sur, casi pegando con la frontera de Zamora. Por eso, son muchos los pueblos de ambas provincias que se nutren de este pozo. Incluso ante la mala calidad del agua, muchos vecinos de la zona de La Bañeza y municipios cercanos a Zamora se acercan cada semana a llenar sus botellas de agua en este acuífero. Sale fresca, sin cloro ni lejía. Nada que ver con la que sale de los grifos. Ahora temen que con esta iniciativa, es decir, con la excavación de otro pozo cercano, el suyo se quede seco o sin fuerza.

Sin embargo, tras las protestas vecinales y con motivo de las elecciones todo se ha parado. Solo quedan tubos y una alguna zanja. Pero de momento, porque la Asociación cree que volverán. No será ahora porque llegan las fiestas patronales, pero no dudan de que llegará próximamente. Pero los vecinos no paran y anuncian próximas movilizaciones porque “pretenden sacarlo por lo civil o lo criminal”. En las pasadas elecciones, por cuarta vez se impuso Luis Antonio Pérez Cenador (PSOE) pero de ganar por 400 votos lo hizo por solo 47. “Esto demuestra que el pueblo no quiere esta planta”, aseguran, que por eso se han constituido como asociación. “Hemos visto que la gente no lo quiere”, apunta.

Protestas de las vecinas de la zona

Por el contrario, en el otro lado de la balanza se encuentra el alcalde y otra parte de los vecinos del pueblo que piensan que es una buena idea porque la planta generará 22 puestos de empleo y no temen que la sobreexplotación del acuífero vaya a dejar sin agua la zona. “Quieren expropiar los recursos naturales de los pueblos, y de esto estamos en contra”, critica.

Más de 1.400 firmas

El movimiento vecinal ha conseguido 1.400 firmas de apoyo “todo un éxito” para frenarla y son muchos los carteles de protesta que han aparecido. Unos números que demuestran que detrás hay mucha más gente que solo los vecinos del pueblo. Y es que las razones de su negacionismo hacia la planta las tienen claras. En primer lugar, porque creen que vecinos de municipios como San Félix de la Valdería y Calzada verán disminuida su presión, ya que el agua llega a sus domicilios sin bomba. Además, no entienden cómo en plena sequía pueden llegar estos proyectos. “El año pasado tuvimos restricciones y ahora llegan con esto”, critican, en una zona donde abundan los ganaderos y los agricultores. Además, tampoco creen que este proyecto pueda crear 22 puestos de trabajo y dudan de que una instalación de estas características se pueda hacer en la zona delimitada. “No entendemos cómo nuestro oro líquido se lo vamos a vender a una empresa que hará negocio con esta agua que sentimos como nuestra”, lamenta.

Los Amigos del Agua del Valle del Eria han sido asesorados en este camino por otros municipios como Quintanilla de Flores, en la zona de Jamuz, donde ya vivieron una situación parecida, y el movimiento vecinal lo impidió. Mientras que el de Palacios de la Valduerna están embotellando y ya van por la tercera ampliación.