El líder nacional del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, encendió las alarmas esta semana cuando afirmo que un pacto PP-Vox “no sería bueno para el país”. El líder popular aseguró que, si es posible, intentará evitar las alianzas de Gobierno con los de Santiago Abascal, aunque mantiene abierta esa posibilidad. Lo curioso es que en Castilla y León esta unión ya está formada desde hace unos meses y para el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo (Vox) estos comentarios forman parte de la “estrategia electoral” del PP y de Feijóo.

Para el vicepresidente, el pacto en la Comunidad “es un ejemplo y modelo para futuros gobiernos, incluso para uno nacional”, ha asegurado. García-Gallardo, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, ha respetado las declaraciones del líder popular, “ya que todos queremos gobernar en solitario, incluso Vox”, pero le advierte que lo prudente es atender a los datos de las encuestas ya que "nos hace entender lo que ocurrirá”. Esas encuestas dicen que el PP si quiere llegar a la Moncloa tendría que pactar con el partido Santiago Abascal ya que se encuentra muy lejos de la ansiada mayoría absoluta.

Más comedido ha estado el portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, que ha insistido en que el pacto entre Vox y PP está siendo “muy satisfactorio” con un pacto que está “siendo útil para las personas de Castilla y León” para recordar las medidas que se han tomado y los presupuestos autonómicos recién aprobados. “Desde el Consejo de Gobierno no opinamos las decisiones de los políticos, nosotros nos dedicamos a pensar en los intereses de los ciudadanos”, ha zanjado.