El ministro de Universidades, Joan Subirats, ha anunciado hoy en León que la nueva Ley Orgánica de Sistema Universitario (LOSU) incluirá el incremento de la financiación para universidades hasta el 1% del PIB nacional.

Un incremento que "depende de las comunidades autónomas y éstas del dinero de los fondos que se transfieran desde el Estado", por lo que el ministro ha propuesto la creación de una "comisión de trabajo entre las comunidades autónomas y el Estado para avanzar en esta mejora de la financiación pública en los próximos años".

Unas declaraciones que ha efectuado en el encuentro que ha mantenido con el rector de la Universidad de León, Juan Francisco García Marín, quien le ha trasladado, entre otras, su preocupación por la proliferación de universidades privadas en detrimento del prestigio de estos centros públicos de enseñanza, así como la necesidad de poner encima de la mesa soluciones para que los graduados más brillantes vean atractivo económicamente quedarse en la universidad como docentes.

A este respecto, Subirats ha señalado que con la nueva LOSU, un graduado de 22 años que haga el doctorado, no debería tardar más de ocho años en estar incorporado con un puesto fijo en la universidad.

"La LOSU intenta poner al día la actual Ley de Universidades, dado que la última es de hace más de 20 años y las cosas han cambiado mucho desde entonces", ha asegurado Subirats. Un proyecto de Ley que entrará en tramitación parlamentaria el 22 de septiembre y que pretende "mejorar la calidad universitaria, reforzar el papel de los estudiantes y que sea para todas las edades, porque ahora hay que buscar un proceso de reciclaje constante", ha añadido.

Otro de los retos que se han planteado en la visita de hoy ha sido el de la internacionalización de la ULE, dado que la sangría demográfica "hará que caiga mucho el porcentaje de población española de 18 años, por lo que hay que buscar cómo atraer estudiantes del resto de la Unión Europea y de América Latina, porque la calidad de las universidades españolas hace que sean atractivas".

Además, otro de los grandes retos a los que se enfrenta la universidad española es el hecho de que "en ocho años, el 53% de los profesores universitarios estarán jubilados", por lo estos encuentros entre el Ministerio y las propias universidades pretenden poner en común nuevos mecanismos para que estas jubilaciones no afecten al buen funcionamiento de estas instituciones académicas.