El Colegio Universitario ha vuelto a ser el punto de encuentro de 305 encajeras que han mostrado su laborioso trabajo en la décimo octava edición del Encuentro de Encajeras Ciudad de Zamora.

Mantones, abanicos, guantes y bordados han sido algunos de los muchos trabajos mostrados a lo largo de toda la mañana en el claustro, donde todos los participantes han disfrutado de su pasión por los bordados o bolillos.

Un año más, esta demostración busca recordar algunas de las esencias del pasado y atraer a nuevas generaciones mostrando el esfuerzo y las horas de trabajo, siempre recompensadas, que está detrás de este oficio que a día de hoy se ha convertido en una afición.

Los participantes han llegado de diferentes puntos del país como Burgos, Valladolid, Asturias y León, que han hecho que de nuevo el claustro se quede pequeño, pero la Asociación de Encajeras de Zamora ha insistido en que no quiere cambiar de escenario al considerarlo un marco idóneo.

La mayor parte de las participantes son mujeres, si bien algunos hombres siguen animándose con el arte de los bolillos, en una jornada de convivencia en la que además han disfrutado de chocolate con churros.