El tormentón caído en Salamanca en apenas quince minutos durante la tarde del pasado lunes todavía pasa factura en gran parte de la ciudad. Y lo hará durante mucho tiempo, pues los daños son millonarios si sumamos todos los desperfectos provocados.

Principalmente en el sector servicios. Numerosos restaurantes y bares tienen sus terrazas destrozadas, pues la tromba de agua y granizo les pilló por sorpresa. Sobre todo están afectados los negocios de las calles en torno al paseo del Doctor Torres Villarroel y Álvaro Gil, donde el agua superó los veinte centímetros de altura y anegó gran parte de los locales.

También junto a la muralla de Salamanca. En la confluencia de Rector Esperabé con San Pablo, el hotel San Polo quedó completamente inundado en su terraza y sótano. La marca del agua se percibe a dos metros de altura, provocando cuantiosos daños y obligando a cerrar las puertas al menos una semana. Y en Selvalandia Park, parque infantil para fiestas y cumpleaños en la calle Peña Primera, que se encuentra en un sótano, han tenido que cerrar sin fecha de reapertura. Tal es el destrozo provocado por el agua.

Son sólo algunos ejemplos concretos de los muchos que hay y que obligaron a los Bomberos de Salamanca a trabajar sin descanso. También en numerosos garajes que quedaron anegados. Consecuencias de la tormenta que supondrán un gran desembolso económico para todos los afectados y sus seguros.

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