El tradicional y verdadero Carnaval de Máscaras, que durante el entrudo reúne en Braganza a centenares de las más tradicionales y auténticas máscaras de la Península Ibérica, logra reunir en el casco histórico de la ciudad a varios miles de personas que acompañaron a las máscaras hasta el Castillo la Ciudadela. Un desfile que culminó con la recreación popular del 'Diablo, Muerte y Censura'.

Los auténticos 'caretos', nacidos en las entrañas del mundo rural, se liberan de su medio natural y toman al asalto la ciudad, trayendo consigo todo el patrimonio cultural e histórico, en un momento único que "pone en valor las tradiciones, divulgándolas y permitiendo a todos los habitantes y visitantes, un contacto director con este mundo ancestral y auténtico", explicaba el presidente de la Câmara Municipal de Braganza, Hernani Dias, a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León.

Así, en esta tarde de sábado, con la carpa del Festival del Butelo y las Casulas lleno a rebosar, llegó el desfile de los caretos con un itinerario distinto. Además, estuvo precedido por la presentación escenificada del libro 'Os Reis dos Caretos', de António Pinelo Tiza.

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Desde las cinco de la tarde, transcurrió el tradicional desfile por las calles de la zona histórica de Braganza, que más allá de los cientos de caretos y máscaras procedentes de España y Portugal, contó con la participación especial de los alumnos de las Agrupaciones de Escuelas del Concejo y de usuarios de varias instituciones particulares de Solidaridad Social, con el deseo de promoción de las tradiciones junto a los más pequeños y de compartir saberes por los más mayores.

Al final del desfile, tuvo lugar la 'Quema del Mascareto', una figura con siete metros de altura que fue simbólicamente quemada. Este espectáculo, seguido por una gran multitud que tomaba todos los rincones del Castillo, contó con la participación de los Caretos.