La tarde/noche de este viernes comenzó una nueva edición del Festival de las Sopas y las Migas, un evento organizado por la Câmara Municipal de Figueira de Castelo Rodrigo, con el objetivo, apuntó la autarquía a este diario, "de dar a conocer nuestra gastronomía liagada al mundo rural". Tal es así que solo hay que observar las decenas de puestos de venta que llenan el pabellón de deportes del municipio, donde los vecinos, que también llenaban el recinto, bien acondicionado con mesas, degustaban estos típicos platos y, lo más importante, a un precio más que asequible y ningún sabor idéntido a los demás.

La gastronomía como manifestación cultural desempeña un importante papel como promoción de productos locales, recuperación del patrimonio culinario muchas veces perdido en los recuerdos de los fogones, ya apagados, de la abuela, un atractivo turístico y de la dinamización de la sociedad en cuanto que es principal partícipe del evento. Es que además, este tipo de eventos sirven para la convivencia entre los habitantes, aquí llaman 'convivio', y casi obligan a las familias a salir de casa en estas jornadas ya frías de prematuro invierno.

Un evento que, además de dar a conocer los sabores más tradicionales del concejo, aquellos que la abuela confeccionaba a fuego lento de leña y daban calor en las frías jornadas invernales, o servían para refrescar en las calurosas de verano cuando la trilla y las recolecciones, ahora también sirve para disfrutar, como la animación de las Concertinas de Safurdão, y este sábado y domingo también abrirá a las 12 de la mañana para celebrar los almuerzos.

Durante el evento será elegida la ‘Mejor Sopa y la Mejor Miga’, donde el paladar y los productos autóctonos utilizados en la elaboración de los platos serán algunos de los factores sujetos a valorización del jurado.

Merece la pena conocer este genuino y tradicional plato de ‘pobres’ y gentes del campo en las tierras de frontera con destacado sabor a peces de río que también se pueden degustar fritos o en escabeche, sindo una delicia culinaria y, cómo no, regado con un excelente vino tinto, blanco o espumante de la Adega/Bodega de Figueira que estos días da sus últimos coletazos de la vendimia 2018.

REPORTAJE GRÁFICO LUIS FALCÃO