El reciente viaje de una delegación de Miranda do Douro -encabezada por su presidente, Artur Nunes- al Condado de Sligo (Irlanda), más allá del intercambio cultural puesto en escena por los Pauliteiros de Palaçoulo, el grupo Las Çarandas y conocimiento del turismo del lugar, también tuvo su interesante componente política y administrativa llevada a efecto por el presidente Nunes y el presidente del Sligo Council, Hubert Keaney. Porque, tras el recorrido por el lugar, no cabe duda de que existe un pasado común de origen celta en los dos territorios -tanto en restos arqueológicos como identitarios tales como el idioma y ciertas manifestaciones culturales-, por lo que, asegura Artur Nunes, "existen motivos suficientes para la realización de acciones bilaterales en diversos sectores".

Así, en la jornada vespertina del domingo, en la sede de la asamblea/concejo de Sligo tuvo lugar la firma de un protocolo de intenciones para promover la colaboración bilateral en áreas tan importantes, sobre todo la Educación, pero también en Cultura, Economía, Arqueología y Turismo. Sectores en los que ambas entidades tienen muchos lazos en común. Por cierto, un acto previo del proceso de 'Hermanamiento'. Además, adquiere mayor relevancia en cuanto que este protocolo de intenciones se amplía a Francia, Italia, Rumanía, España y, obviamente, Portugal e Irlanda. Es decir, una cooperación a seis bandas. Cierto que en breves fechas, apuntó Nunes a noticiascyl, se celebrará una reunión con cinco representantes por país para poner en común este "laboratorio de cooperación".

Estas relaciones, de momento bilaterales, comienzan a dar sus frutos ya. Es el caso de un intercambio con más de 50 escolares pre universitarios que ya tienes solilcitada plaza para participar en este proyecto de educación a realizar este verano. Más allá puede ser un buen momento para que alumnos de Miranda do Douro, como también del resto del distrito, puedan realizar sus estudios en el Instituto de Enseñanza Superior o Politécnico -de los más prestigiosos de Europa- de Sligo, donde están matriculados en educación casi de élite unos 4.000 alumnos. Un moderno centro donde se imparten estudios empresariales, negocios y nuevas tecnologías. Una posibilidad educativa que tan sólo depende de los propios estudiantes interesados.

Pero también, tras la visita que organizó la delegación de Sligo a Miranda do Douro el pasado año, es la construcción de barricas por una empresa del concejo mirandés para el whiskey irlandés. "Es un inicio", asegura Artur Nunes.

Disfrutando del Step Dance, a orillas del mar

Mientras se producía la reunión oficial de la firma del convenio, el resto de la expedición pudo disfrutar de una tarde a la orilla del mar. Mesando sus cabellos con la fresca brisa que olía a alga y salitre de un mar limpio, frío y profundo que batía con suavidad sus olas en una tarde de reposo. De las aguas pero también de los espíritus.

Si la mañana tuvo calado religioso -para creyentes con ritos católicos de rigidez litúrgica, pero amena y relajada-, con danza de pauliteiros -muy aplaudida con 'salto do castelo' incluida- a la salida de misa, también tuvo contestación -la belleza de la cultura de cada pueblo- con el 'Step Dance', nombre que engloba los estilos de baile en los que el trabajo de pies es la parte más importante de la danza . Los movimientos y el estilo de las extremidades están restringidos o se consideran irrelevantes. Aquí se exhibió el 'stepdance irlandés', una forma de step dance mundialmente reconocida que tiene competiciones mundiales. Los primeros feis , o competencia, ocurrieron en 1897. Desciende de la danza tradicional irlandesa , pero la popularidad mundial de la compañía Riverdance alteró significativamente su forma competitiva de los estándares irlandeses tradicionales. Tanto los estilos competitivos tradicionales como los más modernos se caracterizan por el uso de zapatos específicos y por trajes que pueden ser notablemente elaborados. El stepdance irlandés es, a partir de 2017, la única forma de step dance a la que se ha dedicado una producción de Broadway, Lord of the Dance .

Finalmente, el paseo por Rosses Point Beach, en el condado de Sligo, es un popular balneario con bellas vistas de Knocknarea hacia el sur y Benbulben hacia el norte. Las vistas desde Discovery Point se extienden sobre Sligo Bay, Coney Island y están marcadas por las vistas de Black Rock y el faro de Metal Man, una estatua guardiana de 3,7 metros (12 pies) erigida en 1821. El pueblo de Rosses Point tiene como telón de fondo la espectacular cordillera de Dartry y la belleza de Sligo Bay. Hay restaurantes y buenos alojamientos, así como pubs amigables. La bahía es ideal para practicar windsurf y otros deportes acuáticos.

Y, en esto, con una espectacular puesta de sol, al ritmo de Las Çarandas en la asamblea del Concejo de Sligo, 'a capela' en una interpretación sublime en el acto oficial, la jornada diurna no daba más de sí y tampoco el viaje programado. Ya por la noche, el viajero conoció los pubs de música en vivo y en directo -como antaño- con sus tribus urbanas y la amistad que se cierne en estos garitos de noches de olor a cerveza y whiskey, sudor y, menos mal, sin humo de crápulas... Pero esto es harina para otro costal cargado de música, porque Irlanda es música y la música es a Irlanda, cachis!

REPORTAJE GRÁFICO LUIS FALCÃO