El coronavirus aterrizó a finales del mes de febrero en España para cambiar todo. Para hacer del mes de marzo una auténtica pesadilla, con una cifra de fallecidos que crecía y crecía, con vidas truncadas y con el dolor como único compañero en unas casas cerradas en pleno confinamiento con un Estado de Alarma terrorífico.

En Valladolid, y en esta tarde sumamente calurosa en la ciudad del Pisuerga, se ha celebrado el Acto Institucional en recuerdo de las víctimas de la COVID-19 y en homenaje a los profesionales que han estado en primera línea de batalla en la lucha por frenar  la pandemia en un acto que ha estado organizado por el Ayuntamiento de Valladolid y que se ha desarrollado en la Plaza Mayor de la ciudad del Pisuerga.

“El COVID-19 se ha ensañado con esa admirable generación formada por quienes se sobrepusieron a la tragedia de la guerra y a la larga y gris posguerra, por quienes trabajaron infatigablemente para sacar adelante a sus familias, por quienes trajeron la libertad y la democracia a este país, y por quienes, ya jubilados, se vieron obligados a ayudar a sus hijos a sortear las duras consecuencias generadas por la crisis económica que empezó en 2008 “ , ha asegurado el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, que ha hecho una emotiva mención a los mayores, los más golpeados por la pandemia, después de las campanadas del reloj de la Casa Consistorial, tras la música de la soprano Paula Mendoza, acompañada por la pianista Irene Alfageme y tras un emotivo minuto de silencio.

El acto ha contado con cerca de 250 invitados que han ocupado los asientos colocados en la plaza con una distancia de seguridad de metro y medio, siguiendo todas las pautas higiénicas  y sanitarias y con la seguridad precisa con presencia también de la Policía Municipal y Protección Civil que han velado por conseguir, como así ha sido, que el acto se haya desarrollado con total normalidad.

El mismo ha contado con la representación de todos los grupos municipales del consitorio y de las distintas áreas y unidades de los Servicios Municipales, tanto la Policía Local, como los Bomberos, o el Servicio de Limpieza. Además, Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y representantes del resto de la sociedad pucelana como profesionales sanitorias, asociaciones de vecinos y demás.

Hemos podido ver también al presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, al delegado del Gobierno en la Comunidad, Javier Izquierdo, al subdelegado del Gobierno, Emilio Álvarez Villazán o al director de la Feria de Valladolid, Alberto Alonso, entre otros.  

“Este drama aun no ha concluido. El virus sigue presente entre nosotros, y aunque hemos aprendido algo de su naturaleza y mejorado su tratamiento, estamos aún lejos de haberlo erradicado como amenaza para nuestra salud, nuestra vida y nuestra economía. Por eso quiero finalizar haciendo de nuevo un llamamiento a la responsabilidad colectiva. Ese llamamiento es para los que tenemos la suerte de no haber contraído la enfermedad o de haberla superado. Pero también y de forma muy importante es por aquellos que no lo consiguieron y por aquellos a los que hoy reconocemos su trabajo y su sacrificio. Esas muertes y ese sacrificio deben servir al menos para que tomemos conciencia de la gravedad de la crisis sanitaria y económica que tenemos ante nosotros. Para que nos tomemos en serio las recomendaciones sanitarias”, ha concluido el alcalde de Valladolid, Óscar Puente.

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“Probablemente esto nos marque para siempre”

“Como profesionales les puedo decir que creíamos estar acostumbrados a trabajar bajo presión, estrés e incertidumbre… Ninguno estábamos preparado para vivir lo que hemos vivido y probablemente esto nos va a marcar para siempre”, ha asegurado en su exposición el jefe del Servicio de Urgencias del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, Carlos del Pozo.

Como Puente, Del Pozo ha hecho un ruego a la ciudadanía avisando de que “esto no ha acabado” y añadiendo que “esta semana en el Área Este de Valladolid se han diagnosticado 13 nuevos casos” asegurando que “la enfermedad está presente”.

El acto ha finalizado con música después de un evento que emotivo que ha durado aproximadamente 45 minutos.