No se presentó nadie. Castilla y León ha perdido la oportunidad de disponer de 990.265 euros para que las aceleradoras o incubadoras de la Comunidad, tanto privadas como públicas, pudieran dar un empuje a las startups emergentes, según los documentos a los que ha tenido acceso este periódico.

Así, el pasado día 18 de noviembre se resolvía la licitación de la Escuela de Organización Industrial (EOI), dependiente del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, por la que se adjudicaban 33 millones de euros para el programa Acelera Startups en España. 

Un programa que presentó hace dos años el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dentro de la estrategia 'España Nación Emprendedora' para la transformación económica y social del país.

Página de la documentación de la EOI donde figura que la convocatoria ha quedado desierta en Castilla y León

El documento de la propia EOI especifica cómo tres incubadoras y/o aceleradoras de Castilla y León optaban a recibir ese casi millón de euros para impulsar un ecosistema emprendedor y disruptivo que, sólo el año pasado, movilizó más de 3.365 millones de euros de inversión en toda España.

A través de acuerdos marco, la convocatoria habría podido alcanzar a 181 empresas emergentes en Castilla y León con un precio unitario por startup acelerada de 5.471 euros.

Jesús Tapia, director de ISDI Acelerator, explica a este periódico cómo "lamentablemente no sólo Castilla y León no ha presentado candidaturas para acelerar startups en ninguno de los sectores que comprende esta convocatoria, sino que ha ocurrido también en Navarra y Cantabria". 

"Podías presentarte como aceleradora o como incubadora a máximo cinco lotes de los 27 (tres de comunidades autónomas y dos de sectoriales), pero estas tres comunidades autónomas han quedado desiertas, perdiendo evidentemente ese dinero público", explica.

Convocatoria desierta en biotecnología

Uno de los sectores que ha quedado sin adjudicatario, no sólo en Castilla y León, sino en toda España, ha sido del de la biotecnología. Una industria que tiene un peso de especial relevancia en Salamanca, con un ecosistema tecnológico de empresas spin-off (compañías que nacen de otras ya existentes) que se desarrollan gracias al potencial que ofrece la Universidad de la capital charra. La convocatoria podría haber beneficiado a 225 empresas emergentes de este sector en toda España.

En el caso de las licitaciones para acelerar startups sectoriales, "no era necesario que esas incubadoras o aceleradoras de startups tuvieran sede en la propia comunidad autónoma", por lo que habría sido válida cualquiera con sede en el territorio nacional.

Tapia, cuya empresa asesora a startups nacionales e internacionales y trabaja para el impulso emprendedor junto a la Comisión Europea, lamenta que "este tipo de convocatorias pasen de largo y queden desiertas cuando es fundamental apoyar aquellas ideas que son escalables (que puedan multiplicar sus ingresos con un incremento pequeño de costes) porque son sin duda ideas que pueden suponer una salida laboral real".

En este sentido, el director de ISDI recuerda, además, que "las startups son un elemento a tener muy en cuenta para luchar contra la pérdida de población en comunidades especialmente castigadas por este problema", tal y como le ocurre a Castilla y León, que según el INE perderá cerca de cien mil habitantes si no se ponen en marcha medidas reales y eficaces para paliar esta tendencia.

Todo ello cuando el pasado día uno de enero ha entrado en vigor la nueva Ley de Startups que por fin establece un marco definitorio y jurídico que se espera atraiga un mayor volumen de inversión.

En Castilla y León hay en la actualidad cerca de seiscientas startups, lo que supone un 2,5% del total de empresas creadas entre 2016 y 2021, según datos de Informa B&D.