¿Huevos con hasta 3.000 euros de multa? Tener gallinas en casa también tiene letra pequeña

Cada vez más personas, sobre todo en pueblos o casas con terreno, se animan a tener unas cuantas gallinas.

No hace falta mucho: un pequeño corral, algo de pienso, y al cabo de unos días ya tienes huevos frescos para ti, tu familia y, si sobran, para algún vecino agradecido. Hasta aquí, todo suena muy natural, pero la cosa cambia si hablamos de normas.

Y es que, desde el 1 de enero, da igual si tienes 2, 20 o 200 gallinas: la ley dice que todas deben estar registradas oficialmente. Sí, también las que tienes en casa “sólo para consumo propio”. Y si no lo haces, las multas pueden llegar a superar los 3.000 euros.

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Todo esto viene del Real Decreto 637/2021, que regula cómo deben funcionar las granjas avícolas. En un principio apenas afectaba a explotaciones nuevas, pero desde este año también se aplica a las que ya existían, sean grandes o pequeñas. Y eso incluye a quienes crían gallinas en casa para uso familiar.

Cada comunidad aplica sus reglas

La normativa no diferencia si las gallinas son para producción o como mascotas. La norma exige que estas explotaciones -aunque sean de menor tamaño- se comuniquen a las autoridades y se inscriban en el Registro General de Explotaciones Ganaderas.

En algunas comunidades hay excepciones, como Madrid, donde no hace falta hacerlo si no pasas de 30 gallinas ponedoras. Otras regiones, como Castilla y León, son más estrictas y exigen el registro incluso con pocas aves.

Además, necesitas tener un terreno adecuado, contar con un veterinario que supervise el estado de los animales y, si se les hace cualquier tipo de intervención, apuntarlo todo: fecha, nombre del veterinario y su número de identificación.

No hace falta contratar a un veterinario a jornada completa. Basta con designar a un profesional colegiado que supervise la explotación y registre sus visitas y observaciones, según el nivel de riesgo sanitario.

¿Cómo se hace el registro?

El trámite se realiza a través de los servicios agrarios o ganaderos de cada comunidad autónoma, y en la mayoría de los casos puede hacerse online. Basta con comunicar que tienes aves de autoconsumo para que te incluyan en el registro oficial.

Las sanciones no están directamente en este decreto, pero sí se aplican otras leyes que hablan claro.

La Ley de Sanidad Animal y la normativa sobre producción agroalimentaria permiten multar por irregularidades como no registrar las aves o no garantizar su bienestar.

Las infracciones leves empiezan en los 600 euros, pero si la cosa se complica o se repite, pueden llegar a los 3.000 o más.