El precio de los carburantes para transporte durante junio, julio y agosto ha impactado en los viajes que se han realizado por las carreteras de Castilla y León. Se trata de una consecuencia directa del consumo. Según los datos ofrecidos por Ical, se comercializó con 539.059 toneladas de gasóleo A y gasolinas 95 y 98. Esto supone una pérdida de casi 15.000 menos que el año pasado. 

Los datos ofrecidos por la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores) informan de que en 2019 se vendieron 577.331 toneladas de carburantes para transporte en la Comunidad. Un gran descenso respecto a los números obtenidos este año. El consumo de gasóleo y de gasolina 98 ha bajado en mayor medida y el de 95 ha crecido.

Más concretamente, en lo que a gasolina 98 respecta, se ha reducido un 25,7 por ciento en comparación al 2021; y un 27,3% si hablamos de las cifras que había antes de la pandemia del coronavirus. Respecto a la gasolina 95 se ha incrementado las ventas en un 0,5 por ciento; un número mucho mejor si se compara con 2019, puesto que ha crecido hasta el 6,9 por ciento. 

Analizando por provincias, en la única donde no ha descendido el cosumo ha sido en León, con un aumento del 16,8% y, en Valladolid, por su parte, también se ha notado un repunte del 2,9 por ciento. Por el contrario, el resto de provincias sí que han notado pérdidas en el consumo de carburantes. 

Respecto al año antes de la pandemia, 2019, solo se salva León que ha crecido en un 7,7%.