Uno de los principales problemas que se debate actualmente en torno a la Reforma Laboral es cómo atajar la temporalidad de los empleos en España. Una situación que impide consolidar un tejido productivo sólido que genere una riqueza sostenida en el tiempo, lejos del subsidio social.

En Castilla y León continúa siendo muy alta la tasa de temporalidad en los contratos que firman los trabajadores con las empresas, pero ya empiezan a crecer en mayor medida los indefinidos frente a los de duración determinada.

Según datos hechos públicos por el Consejo Económico y Social (CES), de los 88.217 contratos firmados en esta región durante el mes de octubre (311 más que en el mes anterior), crece en un 1,5% los que se han rubricado como indefinidos, y la temporalidad desciende un tímido 0,24% respecto al mes de septiembre.

Una tendencia que se desmarca de lo que ocurre en España, donde cae en términos generales un 8,40% los indefinidos respecto a septiembre y repuntaron los temporales, si bien con un ligero 0,77%. 

Además, en Castilla y León los datos apuntan a que la contratación experimentó un  incremento de 311 personas durante el pasado mes, mientras en España la variación intermensual registró una caída del 1,62%.

Por provincias, son Ávila (+21,62%), Burgos (14,44%), Palencia (10,32%), Segovia (+9,84%) y Salamanca (1,87%) quienes tiran del carro de la contratación, mientras Soria (-17,40%), Valladolid (-6,35%), Zamora (-14,80%) y León (-10,04%) registran porcentajes negativos con respecto a los datos del mes de septiembre.