Tras una semana marcada por la polémica del rótulo de Leonor, que llevó a TVE a pedir perdón y a relevar a sus dos responsables directos, la cadena pública afrontaba este domingo 14 con la esperanza de resarcirse de las críticas y conseguir el favor de la audiencia con su especial de las Elecciones catalanas.

Sin embargo, nada estuvo más lejos de la realidad. Y es que, tras haber conseguido volver a ser referencia informativa durante las últimas elecciones generales, la audiencia dio la espalda a su especial 14 de Febrero, Cataluña decide.

Tanto es así que, según datos de Kantar, el especial de laSexta de Al Rojo Vivo: Objetivo Cataluña casi duplicó los datos de La 1. En la franja de coincidencia, Al rojo vivo anotó un 10% y 1.820.000, mientras que La 1 se quedó en un 5,5% y 998.000 espectadores.

Peor le fueron las cosas en Cataluña. Allí también le ganó laSexta por un 11,3% frente a un 6,2%. No obstante, la principal cadena elegida para seguir las elecciones fue TV3, con un 27,6% de cuota media.

A todo ello hay que sumar que el especial generó muchos comentarios en las redes sociales por haber convertido las elecciones en un "circo", con temas que no venían al caso y muchas discusiones sonoras, personificadas en Pilar Rahola y Xavier Sardà. 

Estos llevaron a laSexta a ganar a La 1 no sólo en el prime time (9,4% vs. 5,8%), sino también en el total del día al lograr un 7% frente al 6,4% de la pública. Este dato supone el peor dato diario de la historia de La 1. 

A día de hoy, La 1 de TVE promedia un 8,6% de cuota de pantalla, un dato que, de confirmarse, sería su peor dato histórico mensual en temporada. Hasta ahora, la cadena sólo había anotado este registro en los meses de julio de 2019 y 2020. 

Las vergüenzas de RTVE

Como ya analizábamos este pasado fin de semana, la polémica del rótulo ha sacado a la luz las vergüenzas de la actual RTVE comandada por Rosa María Mateo y Enric Hernández.

Por una parte, el hecho de que La Hora de La 1 no contase con un coordinador de guionistas que supervisara lo que saldría en pantalla porque el anterior responsable había abandonado su puesto hace poco por desavenencias económicas, viene a manifestar la irresponsabilidad de dejar en manos de productoras externas algo tan sensible como la información.

Por otra parte, la polémica del rótulo ha venido a confirmar lo que ya advertimos en BLUPER el pasado octubre: el apuntalamiento del clan catalán en RTVE tras el aterrizaje de Hernández en septiembre de 2019.

Desde entonces, el periodista se dedicó a realizar cambios en la radiotelevisión pública nombrando a personas de su máxima confianza para así tener un control completo de la información política en los programas.