A inicios de agosto, Disney decidía no estrenar en cines la nueva versión de Mulán debido a los retrasos provocados por la crisis sanitaria del coronavirus, un largometraje que tenía previsto llegar a las salas de todo el mundo el pasado 27 de marzo.

Entonces ya se apuntó que la superproducción, que tuvo un presupuesto de 200 millones de dólares, llegaría directamente a las televisiones a partir del 4 de septiembre a través de su plataforma Disney + con un cargo extra de 29 dólares en Estados Unidos.

La medida, que reventaba todas las ventanas de distribucción, enfadó a los exhibidores de cine que tenían todas sus esperanzas puestas en este 'live action' para revitalizar la industria.

En una entrevista con Deadline, una de altas ejecutivas de la compañía, Christine McCarthy, explicó que la razón detrás de lanzar esta cinta en digital está en que ellos entienden que la gente no tiene ganas de ir al cine por el riesgo que esto representa potencialmente de contraer el virus.

Sin embargo, muchos han visto esta medida como un arriesgado experimento para analizar si el streaming puede ser una buena opción para rentabilizar algunas producciones renunciando a las salas de cine.

Pues bien según analistas de 7Park Data consultados por Yahoo! Finance, cerca del 30% de los hogares suscritos a Disney + en EEUU habrían pagado por ver la película durante sus primeros ocho días en la plataforma.

Durante el último informe de ganancias, la compañía aseguró tener 60 millones de hogares, por lo que aproximadamente 9 millones de hogares han comprado la cinta. Esto llevaría por tanto a unas ganancias netas de 261 millones de dólares.

Hasta el momento se desconocen los datos en otros territorios, incluido España, donde la cinta se lanzó con un precio de 21,99 euros.

En lo que respecta a salas de cine, el filme ha logrado recaudar 37,6 millones de dólares, siendo China el mercado con más recaudación con 23,2 millones de dólares.