Susi Caramelo se ha convertido en una de las reporteras revelación de la temporada, gracias a su participación en Las que faltaban de #0 y a sus entrevistas sin pelos en la lengua a todo tipo de famosos.

Por ello, no es de extrañar que Movistar+ haya confiado en ella para darle un programa propio, Caramelo, que llegará en septiembre tras una primera toma de contacto este 1 de julio, con un especial dedicado al Orgullo LGTBIQ+.

En BLUPER hemos podido charlar con Susi Caramelo a cerca de este nuevo proyecto, su pasado y cómo le afectan las críticas, y también con María José Rodríguez, gerente de contenidos de #0 y producción propia en Movistar+. 

Este primer programa va a centrarse en el Orgullo LGTBIQ+, ¿el resto de programas que llegan en septiembre también van a tener un temática concreta?

María José: el resto de programas tendrán temática concreta, sí. El concepto que engloba todo es que hemos decidido cumplir los sueños y deseos de Susi Caramelo ¿Cuáles son? Infinitos y completamente distintos uno de otros. Y muy locos.

Pablito ha conseguido más protagonismo en este nuevo programa ¿no?

Susi Caramelo: Ahora vais a ver mi lado más personal. Yo soy madre soltera, de un perro que se llama Pablo y por supuesto que va a salir en los programas. Lo que pasa es que no se le va a subir la fama a la cabeza, porque en su mundo canino no le reconoce nadie, entonces como no se entera de nadie el pobre… Pablito es mi copiloto de vida, me paso el día con él. Si el programa va a ir de mi entorno y de mi lado más personal no podía faltar mi hijo.

Tengo mucha suerte con mi familia, nunca me juzgan y me apoyan en todo

Siempre se ha hablado de tu lado más desenfadado, y es lo que ha conquistado al público. Pero, ¿cuánto hay de improvisación y cuánto de guión?

S: Pues diría que mitad y mitad. Nosotros llevamos las cosas muy preparadas, obviamente llevamos un guión, preguntas para los invitados... pero nunca sabes por donde te van a salir, entonces tiramos mucho de improvisación. Lo que pasa es que siempre hay un trabajo sólido detrás, hay que ir con las cosas bien hechas. Luego hay que esperar a ver las reacciones. Y yo, como soy así, que no tengo filtro y digo lo que se pasa por la cabeza... por eso hay mucha improvisación.

¿Eres así desde que te levantas o lo vas adquiriendo con el paso de las horas?

S: Yo soy así siempre. Ni finjo el papel ni nada, que mucha gente me lo pregunta,

M.J: es así las 24 horas del día y en cualquier sitio. Eso es lo mejor del programa, que es 100% Susi.

¿Tu familia o tu entorno no te dice nada por tus locuras?

S:Tengo una suerte con eso… me ha tocado una familia muy guay. No me juzgan y siempre me han apoyado en todo. Cuando pasó el tema del pecho se lo pregunté a mi madre antes: “¿a ti te importa que salga con las tetas al aire?”, y que va, a mi madre le da exactamente igual. Sabe quién soy y soy muy buena hija. Mi familia está muy orgullosa de mi y no se va a asustar, están más que acostumbrados. Yo llevo haciendo stand-up comedy y siendo muy burra hace muchos años. Vosotros me conocéis ahora, pero yo soy así de toda la vida.

No voy a cambiar mi forma de ser para gustarle a todo el mundo

Los entrevistados a veces no saben qué responder. ¿Te ha pasado a ti alguna vez que algo, o alguien, te ha dejado sin palabras?

S: Nosotros procuramos que sea todo muy amable, pero me he llevado también regañinas. Al principio era todo mucho más divertido, cuando no me conocían, porque la reacción era diferente, no se lo veían venir. Pero claro, a partir del segundo reportaje ya todo el mundo sabía quién era y mucha gente de hecho se acercaba a mí para que le entrevistara.

Me he llevado alguna bronca por alguna chorrada que no pretendía ofender y que se lo han tomado a mal. Entiendo que no todo el mundo tiene el mismo humor, y que la gente no asume las bromas de la misma manera, pero siempre lo hago de forma respetuosa. Yo soy pícara pero no maleducada. Hay una actriz en concreto, que no voy a decir quién es, que la admiro y me encanta, que se enfadó mucho conmigo y me dejó descolocada. Y fue por una tontería, por ponerle un nombre distinto al que tenía, ya que era una mujer con mucha presencia y le dije que su nombre era como muy común. Le sentó fatal, pero para mí era una pregunta muy inocente. Un mal rollo que te mueres.

En general, en Twitter, en redes sociales, todo el mundo te quería mucho, tus reportaje siempre se hacían virales, pero llegó un punto en el que también recibiste ciertas críticas por algunos comentarios soeces. ¿Cómo encajas esas críticas? ¿Las tienes en cuenta?

S: En absoluto. Yo entiendo que no le puedo gustar a todo el mundo. De repente se sorprenden de que sea como soy. No voy a cambiar mi forma de ser para gustarle a todo el mundo. Si les choca pues hay mucha variedad de canales. Ni Elisabteh Taylor le gustaba a todo el mundo. ¿Entonces qué hago? ¿Me deprimo en mi cama? Las críticas, bueno, están bien. Y opino que las críticas buenas tampoco hay que creérselas demasiado, porque de repente todo el mundo habla bien de ti, dices algo que no gusta y de repente todo el mundo te critica. Ni te puedes tomar las cosas buenas muy a la tremenda, ni las malas tampoco, hay que tener los pies en el suelo.

¿En qué momento de la historia nos hemos perdido algún momentazo tuyo?

S: Me tendrías que haber conocido de pequeña. De adolescente era muy tremenda. No sé mi madre como no se ha tirado de un puente (risas). He hecho cosas de descerebrada total cuando estaba evolucionando como persona humana. Era muy idiota cuando estaba madurando, pero gracias a dios he ido por el buen camino. Podría estar esnifando cola (risas) me he juntado con mucho macarra, pero también he tenido la suerte de que mis hermanos no me han dejado desviarme.

Cuando estabas empezando, ¿a quién admirabas en el mundo de la comedia? ¿a quién te querías parecer?

S: Bueno, yo soy catalana, cuando empecé con el stand-up los cómicos más conocidos en aquella época eran Toni Moog, Albert Boira y Txabi Franquesa, y eran mis referentes, porque yo no conocía a muchos más cómicos. Era muy fan de Toni Moog cuando empezaba y estaba en su máximo apogeo en la comedia catalana. Pero si te tengo que decir un referente que me haya marcado de joven te diría que Carles Flavia, un ex-cura que frecuentaba mucho la noche catalana, un tio con un humor muy negro y sarcástico y tuve la suerte de conocerle de joven. Si te tengo que decir alguien que me marcó mucho fue él.