Una de las leyendas que persiguen al consejero delegado de Mediaset España, Paolo Vasile, es que, como dice una cita histórica célebre atribuida la procónsul Quinto Servilio Cepión, “no paga traidores”.

Y así, durante las últimas semanas hemos podido ver que Telecinco se ha servido la venganza a Malú en plato frío. Y es que, después de negarse a ser jurado de Idol Kids, lo que llevó a la cancelación del programa, la cantante está siendo objeto de ataques desde Sálvame.

Alguien encontró una buena plataforma para hacerme daño, criticó Terelu

Aprovechando la noticia de su relación con Albert Rivera, este programa ha hecho hincapié en el supuesto mal carácter de la cantante y en los últimos días ha querido contar con testimonios de personas anónimas que alguna vez trabajaron con la madrileña y que la describían como una diva “altanera, altiva y soberbia”.

Pero el caso de Malú no es único. Y es que si por algo es conocida Mediaset España es por la falta de elegancia cuando se marchan sus rostros. Risto Mejide, Pedro García Aguado, Mercedes Milá, Karlos Arguiñano, Pablo Motos, Florentino Fernández o María Teresa Campos han sido algunas de sus ‘víctimas’.

El caso más llamativo es, sin ninguna duda, es el de la presentadora malagueña. Después de marcharse a Antena 3 e insultar al italiano públicamente, Campos tuvo que ver cómo la cadena se ensañaba con su hija Terelu Campos a través de Aquí hay tomate. "El Tomate me hizo mucho daño. Alguien encontró una buena plataforma para hacerme daño. Desintonicé Telecinco porque no podía vivir con eso", confesó años después Terelu en Sálvame.

Mediaset España fue condenada a pagar 150.000 euros a Terelu por "intromisión ilegítima en su derecho a la intimidad". La condena se remontaba a la emisión en Aquí hay tomate y otros programas de la cadena de unas imágenes en las que la hija de Maritere se mostraba en actitud más que cariñosa en una discoteca con su entonces pareja, Pipi Estrada.

Años después, María Teresa y Vasile harían las paces. “Si no fuese por Paolo Vasile seguramente estaría en casa. Me habría hecho mayor”, dijo la presentadora bajo la mirada del italiano durante un encuentro con periodistas con motivo de la concesión del Premio Iris Toda Una Vida de la Academia de la Televisión a la malagueña en abril de 2013. “¿No me irás a llamar gilipollas otra vez?”, bromeó Vasile.

Las pretensiones económicas

También fue llamativa la marcha de Pablo Motos de Cuatro a Antena 3. Vasile confesó a los medios que le hubiera encantado retenerle, pero que le fue imposible porque “pedía una cantidad indecente de dinero”. El italiano apodó además esta marcha como la Operación Arguiñano 2 ya que un año antes el cocinero vasco también se marchó a la competencia. En aquella ocasión, Mediaset también afirmó que abandonaba el grupo “por sus altas pretensiones económicas”.

Algo parecido ocurrió también con Florentino Fernández, al que el italiano acusó de creerse “el rey del mambo”. "Esas declaraciones me han sorprendido mucho; Paolo no me conoce lo suficiente como para decir algo así. Me dio un poco de tristeza, porque después de tantos años trabajando y de tantos sitios en los que he estado, la gente sabe que nunca me he creído el rey del mambo. Ni lo he sido, ni lo soy ni lo seré", dijo poco después el humorista.

Vasile acusó a Florentino Fernández de creerse el rey del mambo

Años después, en su vuelta a Mediaset España para presentar Killer Karaoke en Cuatro, Fernández confesó que aquello “fueron tiranteces profesionales, pero ahora podría decir que Vasile y yo estamos reconciliados, aunque quizá ha sido él el que ha cedido al hacer su oferta”.

También hubo reconciliación con Risto Mejide después de una guerra pública.  “Después de nueve años es una pena acabar con un comunicado así. Pero en fin. No lo discutiré. La elegancia, Mediaset, es donde dices basta”, criticó el publicista en Twitter después de que el grupo presidido por Paolo Vasile afirmara que la marcha del publicista en 2015 se debía a cuestiones económicas.

El grupo había mandado un comunicado en el que decía "el presentador pidió un aumento de sus honorarios y, dado que en los últimos años no se incrementaron los salarios ni de la plantilla ni de los presentadores, ha sido imposible acceder a su petición. En ningún caso se pretendió bajar sus emolumentos tal y como se ha publicado".

"Harto de que Mediaset España quiera hacer creer que yo pedí un aumento. Pedí que cumpliesen lo prometido. Y después de 26 pilotos, dije basta", escribía Mejide, que vio como el grupo vendía la participación que tenía en su productora 60dB.

El caso de Milá

Ni qué decir del caso de Mercedes Milá. La presentadora tampoco dudó en criticar la forma en la que el grupo había comunicado su baja de Gran Hermano. "No era un problema de dinero. Ante mi asombro se publicó una nota de prensa que pido que me manden para ver qué van a decir porque es mi vida, la leo, no me gusta lo que pone porque acentúan una parte económica que no es la realidad y pido que se cambie. Y no se cambió", contó.

Después, la revelación de una comida con Paolo Vasile, hizo saltar finalmente las chispas en su relación con el italiano. "No hablamos nada de Gran Hermano. Y pensé que, si él no me sacaba el tema, yo tampoco lo haría. Y yo callada como una puta. No sé quién es más cabrón que el otro. Él por una parte, pero yo también. He aprendido a callar, aunque no lo parezca".

Actualmente la relación entre ambos es nula. “Desde que me fui de Gran Hermano, no he vuelto a tener relación con Mediaset, ni con Paolo Vasile…”, contestaba a BLUPER hace pocos días durante la presentación de su nuevo programa Scott & Milá.