Hace una semana, Telecinco nos sorprendía con la noticia de que Mercedes Milá no presentaría Gran Hermano dejanto entrever que se debía por diferencias económicas. "La negativa de cadena y productora a aumentar los costes del exitoso programa han supuesto la imposibilidad de firmar un nuevo contrato con Mercedes Milá", decía. 

Una comunicación con la que la presentadora no estuvo de acuerdo. "No era un problema de dinero. Ante mi asombro se publicó una nota de prensa que pido que me manden para ver qué van a decir porque es mi vida, la leo, no me gusta lo que pone porque acentúan una parte económica que no es la realidad y pido que se cambie. Y no se cambió", ha contado la presentadora este miércoles a Gemma Nierga en Cadena SER.

He pasado los dos últimos años complicados por estrés y líos. He hecho Gran Hermano haciendo más esfuerzos de los habituales y lo he pasado mal. Llegó un momento que vi que eran signos y había tomado la decisión de irme. Y cuando la responsable de Zeppelin me dijo que no, que de ninguna de las maneras, vino y hablamos”, ha explicado. 

“Por amor, por respeto y lealtad a mis compañeros de GH, dije, os escucho si me hacéis una oferta si incluye un programa social, Cuénteme en qué puedo ayudar, y luego una nueva contratación económica que si no llegáis, hago una publicidad”, ha añadido.

"Durante 16 años no he conseguido nunca que me subieran el sueldo. ¿Tú crees que esto es norma haciendo un programa como Gran Hermano? Lo pedía y me decían que no se puede. Ahora ya estás cansada, tienes que dejar pasar a otra gente, tienes proyectos… La oferta no llegó. Y decidí irme".

Por todo ello cree que su salida no tiene nada que ver con la de hace unos años. "Entonces yo le dije a Vasile que quería trabajar todo el año, no solo los tres meses de GH. Y como no me dieron el programa informativo al que se comprometieron me marché a Antena 3, pero luego volví a Telecinco".

Milá también ha contado que el pasado lunes comió con Vasile, pero no habló de Gran Hermano. "No hablamos nada de Gran Hermano. Y pensé que si él no me sacaba el tema yo tampoco lo haría. Y yo callada como una puta. No sé quién es más cabrón que el otro. Él por una parte, pero yo también. He aprendido a callar, aunque no lo parezca".