Lo decía hace unos días a raíz del empeño de La 1 de alargar Operación Triunfo hasta la madrugada para mejorar su cuota de pantalla, y lo repetiré una y mil veces: la televisión pública no sólo tiene que fijarse en las audiencias sino en el valor social, cultural y educativo de sus series y programas.

Por eso no entiendo que a día de hoy, la nueva RTVE no haya renovado por una segunda temporada La otra mirada, una serie que aunque no tuvo unos grandes datos de audiencia, sí fue celebrada por crítica y audiencia por tener un importante mensaje feminista que merece ser divulgado en estos tiempos.

Una serie que, a pesar de esta ambientada en los años 20, consiguió ser más actual que ninguna otra tratando en sus tramas un caso como el de La Manada y demostrando que el pensamiento actual no ha cambiado mucho en algunos aspectos por muchos años que pasen.

Y parece que no somos pocos los que abogamos por una renovación. La administradora única de la Corporación, Rosa María Mateo, también deslizaba hace unos días en su comparecencia en el Congreso que deseaba que "la radiotelevisión pública sea un espejo donde las mujeres puedan mirarse y ver reflejada esa otra mirada por la que tantas mujeres venimos luchando”.

Premiada y respetada

Sus directivos, además, se lo deben porque saben que en su día no cuidaron como debieran su estreno. Por una parte se promocionó más como un thriller más que como una serie feminista. Pero, por otra, no se supo elegir bien el día de emisión enfrentándola a Fariña y a Factor X.

Eso por no hablar de que, la preocupante imagen que tienen los españoles de nuestra televisión pública en materia de ficción tras los esperpentos de iFamily, Reinas o La Peluquería, hace que no se asomen al primer capítulo de sus ficciones como sí hacen con las de Atresmedia.

No obstante, aquellos que sí se asomaron hablaron maravillas de la ficción llegando a decir de ella que era como el nuevo El Ministerio del Tiempo de la cadena. Y eso por no hablar de la crítica televisiva, que también se rindió a ella.

De ahí que no sorprenda que haya sido nominada como mejor serie de ficción a los prestigiosos premios Prix, el mayor festival europeo de televisión, radio y medios interactivos; o a dos premios IRIS en las categorías de mejor actriz (Patricia López Arnaiz) y mejor producción.