Dos octogenarios fueron los protagonistas este miércoles de una cita de First Dates, el programa que presenta Carlos Sobera en Cuatro. Rosa, de 81 años y natural de Badajoz, acudió al formato que emite Cuatro con la esperanza de encontar a un "hombre correcto y educado" que le aporte alegría en su vida.

"Me gusta contar chistes, pasármelo bien", decía a las cámaras confesando que le va el cachondeo y no precisamente pasar el rato echando la partida, sino bailando y, sobre todo, viajando. "Me apunto a un bombardeo", apuntó.

Su compañero de mantel fue José, un hombre de 83 años también de Badajoz. Al igual que Rosa, confesó estar en excelente forma y aseguró que tenía un ritmo difícil de seguir. Sin embargo, a Rosa no le terminó de encajar al verlo. "No es mi tipo. ¿Para qué voy a mentir? No me hace tilín. No me ha llenado", dijo.

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José también echó alguna mentirijilla al complacerla diciendo que era una señora "muy guapa" para luego decir que "ni fu, ni fa, normalita". A pesar de este comienzo tan desafortunado, ambos decidieron continuar con la cena para intentar descubrir si realmente tienen algo en común. 

Algo que sí compartían es que los dos son viudos. José contó que ha trabajado toda su vida de forma incansable en la construcción. Además, reveló que tiene 12 hijos, o mejor dicho 13, pues uno de ellos falleció. Esta confesión dejó a Rosa sin palabras, que pensó que su cita no había perdido el tiempo.

Feos modales

Pese a los esfuerzos de José por animar la cita y hacerla reír con sus imitaciones y su sentido del humor, Rosa no pudo dejar de fijarse en sus modales. Se puso de los nervios cuando vio que el soltero se limpiaba la comida con la mano, en lugar de con la servilleta.

Aunque tampoco es que ella fuera muy refinada, ya que después de criticar la actitud de su acompañante, ella se sacó los restos de comida con las uñas.

La velada concluyó con una foto en el "photoshop" del programa, como lo llamaron ellos, aunque Rosa siguió mostrándose descontenta. "No es mi tipo, no me ha gustado" sentenció en la decisión final de First Dates. Rosa y José regresaron a Badajoz sin haber encontrado lo que buscaban, demostrando que, a veces, es mejor seguir esperando a la persona adecuada.