La auténtica revolución en las tardes de Telecinco llega a la cadena el próximo lunes 19 de diciembre. Y lo hace con dos concursos a la vez. La cadena ha decidido no encomendarse a una nueva fruta, o lo que es lo mismo a una nueva parte de Sálvame, ni optar por otro serial tras los caros fiascos esta temporada de Pasión de Gavilanes y Café con aroma de mujer.

25 palabras, a las 19 horas, con Christian Gálvez, y Reacción en cadena, a las 20 horas, con Ion Aramendi, serán los dos nuevos intentos por asentar una auténtica opción ya no solo a Pasapalabra sino también a programas como El Cazador o Y ahora, Sonsoles que le han robado un importante trozo del pastel en las tardes.

Una estrategia que recuerda, además, a la que hasta hace relativamente poco siguió Antena 3 durante casi una década, también con dos concursos, Boom y Ahora Caigo, que tantas alegrías le dio. ¿Conseguirá Telecinco correr la misma suerte? Solo el tiempo lo dirá. Lo que sí es evidente es la confianza del grupo en ambos presentadores, Gálvez y Aramendi. Eso sí, ambos en una situación de desigualdad.

[Ion Aramendi, la nueva arma que tantea Telecinco para hacer frente a ‘Pasapalabra’]

Gálvez lleva años sin encontrar un programa de éxito en la cadena. Alta Tensión y Esta noche gano yo han sido sonoros fracasos, y esta oportunidad es toda una prueba de fuego para asegurarse su presencia en las pantallas de la cadena. Un rostro ligado a Mediaset desde hace ya 15 años, desde que en 2007 fuera el elegido para presentar la vuelta de Pasapalabra hasta su cancelación en 2019 -y posterior traslado a Antena 3-. A Gálvez tampoco le fue demasiado bien con Operación Tony Manero en 2009, ¡Vaya fauna! en 2015, o con Qarenta en 2020.

Naturalidad y cercanía, sus dos mejores bazas

Ion Aramendi se encuentra en una situación totalmente diferente. Su experiencia como presentador es mucho menor que la de Christian y Telecinco aún tiene y, debe tener paciencia, para seguir encomendándole programas de cara a testar su rentabilidad en términos de audiencia.

Aramendi empezó su carrera como reportero en la Sálvame en 2009, con 32 años. Un rol que ejerció de manera impecable durante siete años convirtiéndose en uno de sus reporteros estrella, dada la naturalidad y la cercanía con la que llevaba a cabo las crónicas de los famosos. Incluso en 2014 probó como esporádico colaborador en Hable con ellas hasta que, en 2020, TVE decidió confiar en el vasco para convertirlo en su nuevo rostro de entretenimiento.

Mediaset dejaba partir a un diamante en bruto que acabó brillando en La 1. Pese al primer fiasco con el programa Todos en casa, le tocó el turno de triunfar con El Cazador. Un concurso que, aunque actualmente se encuentra aupado con audiencias estratosféricas gracias al Mundial de Qatar, ha terminado siendo una de las pocas alegrías para la cadena pública en los últimos años.

Sin embargo, tras asentar el programa y cerrar su aventura matinal con Mejor Contigo, el vasco decidió aceptar este año la propuesta de volver a Telecinco para ser uno de los presentadores de la última edición de Supervivientes.

Crítica y público, o lo que es lo mismo, los datos de audiencia, aprobaron con creces las tareas de presentación del de San Sebastián, que llegó a dominar gran parte de los prime time de los domingos. El público agradecía que Telecinco apostara, por fin, por una nueva cara. Y que dejase descansar otras que incluso hasta presentaban con mala gana los debates del reality de turno. Una bocanada de aire fresco que la cadena ha decidido mimar hasta encontrarle un nuevo acomodo.

Pese a los rumores sobre su posible regreso con un talk show en el access prime time, finalmente, Ion Aramendi volverá el lunes 19 con un concurso, un género que ha demostrado dominar con absolutamente normalidad.

Si Jesús Vázquez fue el presentador estrella de Telecinco en los 2000, no cabe duda que Ion Aramendi coge el testigo de Jorge Javier Vázquez como presentador con mayor proyección en el grupo. Vázquez seguirá presentando la nueva edición de Supervivientes, pero su presencia en el prime time de la cadena ha menguado sobremanera en los últimos años. Eso sí, también a petición propia y dado sus compromisos con el teatro.

Telecinco necesita de nuevas caras. Nuevos rostros que hagan ilusionar a su audiencia y Ion es una de ellas. No es el típico presentador encorsetado con viejas formas de presentar desfasadas en el tiempo. Sino un rostro amable, 'blanco' y aún por descubrir que, a falta aún de un gran éxito propio, situado como uno de los mejores valores de la cadena para los próximos años.

Las cadenas de televisión se caracterizan por tener un plantel de presentadores más o menos estable. No es casualidad. Al final estas caras son los auténticos prescriptores de la marca. Las cadenas y, los grupos de comunicación en general, necesitan ofrecer una imagen de estabilidad cara a fidelizar al espectador. Y Ion Aramendi es, posiblemente, el futuro presentador estrella de Telecinco.