A finales de 2021, Mediaset tomaba una decisión que afectaría a los usuarios de Mitele PLUS. Por segunda vez en el mismo año, la compañía incrementaría el precio de su plataforma de pago, pasando de los 3 euros mensuales de su lanzamiento a los 5 que cuesta en la actualidad. Sin embargo, este encarecimiento ha estado lejos de traducirse en un mejor servicio para los consumidores, que siguen teniendo que enfrentarse a una plataforma desactualizada, con problemas técnicos y una estrategia más cercana al abandono que a la apuesta por contenidos originales y exclusivos.

El anuncio de que Netflix implementaría los anuncios en su plataforma indignó a numerosos usuarios de todo el mundo. Sin embargo, en España hace tiempo que tenemos el ejemplo de este tipo de negocio que combina las suscripciones con la publicidad, pues ningún usuario de este servicio premium puede librarse de ver al menos un anuncio antes de poder disfrutar del contenido que desea, o incluso al acceder a la plataforma desde un dispositivo inteligente.

Esa doble fuente de ingresos no parece estar invirtiéndose en mejorar el funcionamiento de una plataforma que sigue generando numerosos quebraderos de cabeza a quienes la utilizan por sus problemas técnicos. En primer lugar, suele experimentar numerosos fallos al reproducir el contenido, así como al retroceder un directo y/o intentar volver al mismo. Esos errores siempre obligan al espectador a actualizar la página y volver a acceder al contenido que deseaba ver, no sin antes volver a enfrentarse a la publicidad.

La estrategia en cuanto al catálogo de contenidos tampoco está a la altura de una plataforma cuya opción más económica cuesta a los usuarios 42 euros al año. La oferta de formatos exclusivos está a años luz de la competencia y carece de grandes apuestas de ficción o entretenimiento que atraigan a nuevos abonados. Así, los productos creados ad hoc para la plataforma se limitan prácticamente a programas complementarios a aquellos que Mediaset emite en abierto, como es el caso reciente de Rumbo a El Paraíso.

En el nombre de Rocío es otro de los ejemplos del poco mimo con el que Mitele PLUS trata sus productos. La segunda docuserie protagonizada por Rocío Carrasco se anunció como un contenido exclusivo para la plataforma, pero finalmente la cadena cambió de parecer y decidió acelerar las entregas de la serie bajo pago para poder así emitirla en abierto después. 

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Así, los seguidores de la docuserie empezaron disfrutando de un nuevo episodio cada viernes, mientras que en la última semana se adelantó la emisión de la duodécima entrega al lunes 29 de agosto, lanzando el siguiente capítulo sólo dos días después. Finalmente, el último episodio de En el nombre de Rocío veía la luz el viernes 2 de septiembre, aunque en lugar de hacerlo en su hora habitual (las nueve de la mañana), se estrenaba cerca de las siete de la tarde sin que se dieran explicaciones al respecto desde Mediaset.

Todos estos casos son la prueba de que la compañía de Paolo Vasile debería trabajar en cuidar una plataforma con un gran potencial para ofrecer entretenimiento y ficción bajo suscripción. Pero, sobre todo, quienes merecen un mayor cuidado son los abonados que pagan su cuota mensual y que en 2021 eran 207.000.