Rocío Carrasco relata en la octava entrega de En el nombre de Rocío el tenso episodio que vivió con José Ortega Cano y que obligó a Fidel Albiac a intervenir para advertir al torero de que no iba a consentir su comportamiento.

La hija de Rocío Jurado, que describe en esta entrega el comportamiento de su familia durante el ingreso de la artista en Houston a principios de 2006, no duda en cuestionar el papel de Ortega Cano en la recuperación de su madre.

Tras ver unas imágenes del diestro afirmando que él estuvo junto a Rocío Jurado más que su hija, Carrasco sentencia: "No tiene vergüenza". "Él lo que ha hecho ha sido darle más sufrimiento a mi madre que yo y tener menos vergüenza que yo".

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Según relata Rocío, el torero "cae en picado" en el momento en que su mujer ingresa en Houston. "Se le acrecienta un problema que él ya tenía y que luego salió a la luz, que desgraciadamente dio lugar a la pérdida de una persona", dice refiriéndose a la muerte de Carlos Parra por la que Ortega acabó en la cárcel.

Rocío asegura que el torero estaba "ausente" durante la estancia en la ciudad texana. "Había una mezcla entre dolor por como ella estaba y mala conciencia por saber que no ha hecho las cosas correctamente", desliza. Y añade que a José "le costaba asumir la enfermedad que tenía mi madre y saber cómo él se había portado con ella".

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Dejando claro que el problema de Ortega Cano venía de antes y no surge a raíz de la muerte de Rocío Jurado, la protagonista de la docuserie relata el momento en que el diestro estalló contra ella. Todo sucede un día en que Rocío busca al torero por el hospital porque su madre ha preguntado por él. Lo encuentra dormido "en una hilera de sillas" y lo despierta, reprochándole que no esté con su madre en un momento tan importante.

Pese a que en aquel momento el matador no le dijo nada, al irse al apartamento a cenar comenzó a increpar a Rocío por lo que le había dicho en el hospital. Así, Ortega acabó lanzando una tremenda acusación contra la hija de su mujer: "Tú me vas a decir a mí lo que yo tengo que hacer cuando tú estás matando a tu madre", asegura Rocío que le espetó.

En ese momento, mientras Rocío Carrasco lloraba "como una niña" por lo que acababa de decirle el torero, Fidel Albiac se acercaba a Ortega Cano para lanzarle una dura advertencia: "José, estamos en un piso 30 y pico, si le vuelves a decir eso a mi mujer me bajo contigo por los cristales", revela Rocío, que afirma que esa fue "la única discusión de la historia" entre Fidel y su familia, pese a lo que se han encargado de afirmar Antonio David Flores y sus aliados en estos años.