RTVE está perfilando los detalles de las que serán sus grandes bazas para recuperar la relevancia en la próxima temporada televisiva. La cadena pública se ha sumado al mercado de fichajes estival para incorporar profesionales a su plantilla. Entre ellos estarán Marc Calderó y Lourdes Maldonado, que a partir de septiembre conducirán juntos un formato matinal producido por Cuarzo.

El espacio combinará durante aproximadamente tres horas la actualidad y el entretenimiento, volviendo así a la fórmula del infoentretenimiento de la que RTVE, con José Manuel Pérez Tornero al frente, quiso huir hace no tanto tiempo.

A su llegada la cargo, el presidente de la Corporación mostró sus intenciones de deshacerse cuanto antes de la combinación de información y entretenimiento. "Hay que distinguir entre periodismo de calidad e 'info-show'. El periodismo que debe hacer TVE es público, valioso, informar con profundidad. Todo lo que sea banalización, show y escándalo no debería estar en ninguna parte de RTVE, pero fundamentalmente en los informativos", dijo ante la Comisión Mixta del Congreso un mes después de ser nombrado presidente de RTVE.

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Esa determinación se tradujo finalmente en la cancelación de Las cosas claras, programa presentado por Jesús Cintora que recibió numerosas críticas por la forma en la que se abordaba la información en una cadena pública. El formato, además, estaba producido íntegramente por La Coproductora pese a que la ley establece que los contenidos informativos son competencia exclusiva de la cadena pública.

Sin embargo, la falta de medios técnicos y/o humanos ha obligado al ente público a optar por fórmulas de producción mixtas en muchos de sus espacios, como es el caso de Corazón o el recientemente cancelado España Directo, formatos que combinan información y entretenimiento y que, por tanto, esquivan el imperativo legal que obliga a los Servicios Informativos de RTVE a hacerse cargo de su producción.

Este nuevo formato matinal encargado a Cuarzo contará con dos perfiles muy vinculados a contenidos informativos y rescatará la fórmula de infotainment de la que parece que RTVE ya no pretende alejarse. Y es que esta estrategia permite a la cadena pública contar con el apoyo de productoras de éxito para sus grandes bazas, así como crear formatos versátiles con contenidos adaptables que puedan resultar atractivos para la audiencia y competir con las privadas.

Quizá el presidente Tornero ha sido consciente del error que suponía vincular el entretenimiento a la falta de rigor, pues en este tiempo La hora de La 1 se ha convertido en el ejemplo de que un gran magacín puede combinar la actualidad política y social con los temas más 'amables' y desenfadados, sin que por ello se ponga en peligro la obligación de servicio público de la cadena.

La cuestión, a partir de septiembre, será cómo La 1 combinará en su parrilla dos espacios de más de tres horas de duración que, a priori, parecen cumplir la misma función. Está claro que el nuevo programa ayudará a disminuir el esfuerzo humano y técnico que supone ahora la emisión de La hora de La 1, que ocupa un hueco de seis horas en la programación de la cadena, pero crear un formato 'hermano' de este a manos de otra productora podría no ser el revulsivo que la Corporación necesita para recuperar la relevancia. El tiempo lo dirá.