Adorada y criticada a partes iguales. Así es actualmente la figura pública de Paz Padilla. La gaditana, que siempre se mostró disconforme con involucrarse en el mundo del corazón, sorprendió a todos los que seguían su trayectoria cuando en 2009 decidió incorporarse al equipo de Sálvame. Un programa que sin ninguna duda ha marcado su carrera profesional, y en el que también ella ha dejado huella. La reciente publicación, y correspondiente confirmación por parte de Mediaset, del despido de la actriz, ha dejado perplejo a más de uno. Un final que para muchos era anunciado y con el que Padilla deja a las tardes de Telecinco huérfanas de su humor. 

Es imposible dibujar la trayectoria de Paz Padilla por Sálvame sin hacer mención de lo difíciles que han sido estos últimos meses para ella. Las diversas pérdidas personales que ha sufrido, sus polémicos posicionamientos en torno a temas en los que el resto de sus compañeros parecían ir al unísono, o su irreprimible , y a veces impertinente, capacidad para decir en cada momento lo que se le pasara por la cabeza, le han acabado pasando factura.

Pese a que la cadena alega que dicho despido se debe al abandono del plató que realizó el pasado 20 de enero tras una discusión con Belén Esteban -se acogen a que la presentadora desatendió sus obligaciones profesionales-, son muchas las teorías que apuntan hacia otro lado. Las ausencias repentinas en Sálvame son algo de lo más habitual, por lo que esta de Paz no tendría, a priori, porqué tener mayor trascendencia. Una coarta a la que Mediaset se agarra para despachar a la que ha sido en los últimos años una de sus caras más queridas. 

El carácter cómico de Paz Padilla ha puesto a prueba en más de en una ocasión a los colaboradores de 'Sálvame'.

Polémicas a parte, de las cuales seguramente vayamos teniendo más noticias a lo largo de los meses venideros, lo cierto es que Paz Padilla ha sabido dar a Sálvame lo que mejor sabe hace: humor. Desde sus inicios en el programa, era evidente que a la cómica los asuntos del corazón le importaban más bien poco. Aspecto que nada gustaba al resto de sus compañeros, que en ocasiones le han expresado frente a las cámaras su malestar.

Trifulcas internas a un lado, Paz nos ha regalado momentos dignos de recordar. Situaciones hilarantes donde la andaluza sacaba sus armas para hacer de este show el mejor de los circos televisivos. Los personajes sabían, o deberían, que en el pecado va la penitencia, o para ser más claros: en su sueldo va implícito la utilización de su imagen durante unas horas. Aspecto que Padilla sabía utilizar muy bien, y es que cada uno de los que allí pisaban amortizaban su presencia. 

Queda para el recuerdo situaciones tan rocambolescas como la que protagonizó con Aramís Fuster, que tras quedar demostrado que había mentido a la dirección del programa respecto a una supuesta enfermedad, fue echada de las instalaciones de Mediaset a ritmo de una saeta interpretada por Paz Padilla. La autodenominada máxima autoridad mundial en materia de ocultismo no pudo reprimir su rabia ante la humillación a la que estaba siendo sometida, pero claro... eso de engañar a la audiencia con una enfermedad falsa justificaba el asunto. 

Yurena fue otro de los personajes que más juego dieron a Paz Padilla en Sálvame. Si bien es cierto que la cantante no mostraba estar muy a gusto cuando sus intervenciones coincidían con la presencia de la presentadora, ambas regalaron a los espectadores momentazos que bien podrían formar parte de un programa de humor. Desde ponerla un centollo en la cabeza hasta hacerla caminar descalza después de que la intérprete del 'No cambié' se cayese hasta en tres ocasiones de sus altos tacones. Gracias a que en ocasiones se pasaban de rosca, pero que nadie puede negar que añadían sazón al programa.

La frescura de Paz Padilla es innegable y eso le ha servido para desarrollar una longeva trayectoria en los medios. Cada ocasión era una nueva oportunidad para sacar su vis cómica, aún en decremento de la faceta más periodística del formato. Un buen ejemplo de ello, es este momento en el que se quedó inmóvil en el plano para hacer pensar a Pilar Vidal, que estaba a pantalla partida realizando una videollamada con el programa, que la conexión había fallado. 

Estas son una pequeña muestra de los muchos momentazos que Paz ha dado en el programa del corazón, un formato que se encuentra en momentos bajos en lo que a audiencia se refiere. Las pérdidas que desde sus inicios ha experimentado no han venido nada bien al formato, personalidades tan importantes como la de Mila Ximénez, la cual falleció hace apenas 9 meses, o la salida de otros como Rosa Benito, Raquel Bollo o Carmele Marchante, no benefician a Sálvame.

Ausencias a las que también hay que sumarles el lógico desgaste que se produce en un programa cuando está más de 13 años diariamente en pantalla. Una ardua tarea, la de volver a generar expectación, en la que el humor de Paz sí que podría haber jugado una buena baza. ¿Sabrá el mítico programa del corazón sobrevivir a esta profunda crisis? Todo, aún, está por verse.

[Más información: Auge y caída de Paz Padilla, de imán de audiencias a desterrada por Telecinco]