Hace escasas semanas se hizo viral en las redes sociales una canción interpretada por la artista Lucrecia en la que hablaba sobre Clara Campoamor. La escritora y política española que luchó por el derecho al voto de las mujeres y que trabajó para promulgar la ley del divorcio a comienzos del siglo XX, se convirtió en protagonista de un tema y un videoclip de dibujos animados. Una pieza audiovisual que provocó una mezcla de risa y asombro al público adulto, y que forma parte de una interesantísima propuesta de RTVE dedicada a sus espectadores más jóvenes.

La artista cubana narra con ritmo caribeño los hitos de la que es considerada 'madre del feminismo patrio'. Un videoclip que forma parte de Lunnis de leyenda, una iniciativa llevada a cabo por la cadena Clan de RTVE -dedicada al público infantil- y que merece ser analizada. Se trata de microcuentos contados por Lucrecia y los Lunnis en los que se narran pasajes de la historia, epopeyas de civilizaciones pasadas o inclusive se invita a que los más pequeños generen una conciencia social ante ciertos problemas que acontecen. Una idea muy interesante que está siendo materializada y teletrasmitida a través de la citada cadena de TDT, aunque que ha pasado desapercibida para muchos hasta la disfusión masiva, y en tono de humor. del ya famoso tema de Clara Campoamor.

La política republicana es una de las muchas figuras a las que se le rinde homenaje en el ya citado formato, y es que Juan Sebastián de Elcano, Magallanes, Lope de Vega, Marie Curie o los habitantes de las cuevas de Altamira, también cuentan con sus respectivos homenajes. Ritmo, color, música y mucha alegría, estos son los ingredientes con los que TVE cuenta para hacer atractiva la historia. Una faena, en ocasiones tediosa, que encuentra en esta fórmula un perfecto aliado. Y es que son cada vez más los pequeños que han encontrado en este espacio uno de sus favoritos dentro de la parrilla televisiva. Un producto que cuenta con un fantástico y sencillo acceso a través de la página oficial de la cadena o, simplemente, mediante la plataforma YouTube. 

Tratar a los niños como tal, y no como seres incapaces de asimilar información. Esa parece la premisa de este proyecto de la televisión pública, un concepto que se asemeja mucho al que manejaba el que es uno de los formatos más importantes de nuestra historia televisiva: La bola de Cristal. Solo cuatro años fueron suficientes, de 1984 a 1988, para que este programa adquiriese el adjetivo de icónico. Un espacio que también iba dirigido a los más pequeños de la casa y en el que se trataban asuntos tan variopintos y, a su vez, alejados aparentemente del mundo infantil como el comunismo y el capitalismo, la democracia, la solidaridad, la defensa o el derecho a manifestación. Explicaciones de conceptos sociológicos siempre vigentes, pero aún más en pleno periodo de Transición, que eran realizadas a través de personajes imaginarios como la Bruja Avería o los Electroduendes. Un combo perfecto que revolucionó a toda una generación de niños y que visto con la perspectiva del tiempo, fue todo un alarde de valentía por parte de RTVE.

Un tanto más edulcorado, La bola no podría estar emitiéndose hoy día tal y cómo la conocimos, la iniciativa de Lunnis de Leyenda sigue su misma dinámica: la de tratar que los más pequeños sepan cómo es mundo que les rodea y de donde venimos. Una intención que además de entretener, posee una evidente pretensión lúdica. Si bien, este tipo de contenido está dirigido a un público infantil, lo cierto es que, sorna aparte con la canción de Clara Campoamor, son muchos los adultos que han descubierto un poco más sobre la figura de esta importante mujer a consecuencia de la viralización de su vídeo. Un asunto que da para otro debate, pero que refleja una carencia cultural que puede ser parcialmente mitigada con la disfusión masiva de este tipo de contenidos para niños.

La ignorancioa de muchos adultos sobre algunas figuras clave que han moldeado la sociedad de hoy, tal y cómo la conocemos, puede ser sofocada con la viralización, aunque sea en tono irónico, de estos vídeos infantiles. Un fenómeno interesante que seguramente no haya sido ideado por las cabezas que crean este programa, pero que encuentra en la ironía de las redes sociales una vía para llegar a adultos que quizás no tengan tan claro quienes son las personas a las que Lucrecia dedica sus canciones. ¿Habrá que ver más los Lunnis? La respuesta es sí. 

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