El 19 de abril se celebra el Simpson Day. Y es que tal día como hoy, en el ya lejano 1987, llegaba por primera vez a televisión la familia amarilla de Springfield, dentro del programa de variedades The Tracey Ullman Show. Lo que comenzó como cortometrajes de un solo minuto terminó convirtiéndose en una de las series animadas más longevas de la historia.

Ambientado en la ciudad ficticia de Springfield, cada episodio se centra en Homer Simpson y su particular familia. Matt Groening, su creador, se inspiró en su propia familia, y hasta adoptó de ellos los nombres. Recientemente supimos que su padre, Homer Groening, aceptó que el cabeza de familia de la serie se llamase como él con la única condición de que siempre tratase bien a su esposa.

A lo largo de estas tres décadas en antena, Los Simpson han mirado muchas veces a España. Hemos visto los sanfermines, y han aparecido celebridades españolas como Javier Bardem, Plácido Domingo o la vedette murciana Charo. Se hicieron guiños a Goya o Dalí, a Don Quijote, al gazpacho y al flamenco. Lo que pocos recordarán es que hace ahora 20 años, en 2001, nuestra televisión intentó tener su propia familia Simpson, de la mano de Telecinco.

Hablamos de ¡Qué bello es sobrevivir!, una tira que se emitía en la sobremesa de los fines de semana. Estaba producida por Crea Anima2, la ya desaparecida compañía de Emilio Aragón, que hasta entonces había trabajado con Televisión Española, en series no menos olvidadas como Esquimales en el Caribe y la galáctica Defensor 5, la última patrulla.

¡Qué bello es sobrevivir! rescataba el espíritu primigenio de Los Simpson, una animación destinada a un público no (exclusivamente) infantil, con críticas sociales. La familia protagonista eran los Balor. El padre, Óscar, trabaja como celador en un hospital. La madre, Silvia, y trabajaba como taxista, trayendo más dinero a casa que su marido. La familia la componían también Gus, el hijo veinteañero, Marga la suegra de Óscar, y Gómez, el perro.

'Qué bello es sobrevivir'

Ignacio Fernández-Vega, productor ejecutivo de la serie, defendía que había algunas similitudes (el padre con sobrepeso y la madre con un peinado de gran altura eran bastante obvios), si bien defendía el carácter español de ¡Qué bello es sobrevivir! “La nuestra es una familia, pero no tiene nada que ver con la del modelo norteamericano de la serie de la Fox: sólo tienen un hijo, entrado en años, y una suegra que juega un papel muy importante” reconocía entonces, sin ocultar que el objetivo era “que, con el tiempo, nuestra serie llegara a ser Los Simpson a la española”.

Para su lanzamiento se tiró la casa por la ventana: había que amortizar ese año de trabajo, con más de 200 profesionales encargados de desarrollar la ficción. Se lanzaron tebeos, muñecos, hasta se comercializó la serie en DVD y en VHS.

En sus tramas había lugar para cameos animados de personajes de actualidad como José María Aznar, Boris Izaguirre, Julio Iglesias, Ana Obregón y hasta Bill Clinton y Fidel Castro. Emilio Aragón y Manuel Santiesteban fueron los encargados de la composición de las músicas, pero todo esto no fue suficiente, y la audiencia no tuvo mucho interés en esta producción.

'Qué bello es sobrevivir'

¿Una copia de ‘Padre de familia’?

Si vemos ¡Qué bello es sobrevivir! a día de hoy, muchos podríamos tener un déjà vu y pensar que esta serie se parece, además de a Los Simpson, a Padre de familia, estrenada en Estados Unidos en enero de 1999 (y en España en ese mismo 2001). Además del padre con sobrepeso y la familia disfuncional nos encontramos con un perro con comportamientos humanos. Rizando el rizo, Óscar Balor y Peter Griffin hasta compartían actor de doblaje, Juan Perucho.

Casualidad o no, la producción de ¡Qué bello es sobrevivir! está fechada en 1999, justo cuando empezó a emitirse Padre de familia. Eso sí, ¡QBES! se pudo ver un año antes que Padre de familia, pues antes que en Telecinco se emitió en un canal temático de la televisión digital.

Con el paso de los años, ¡Qué bello es sobrevivir! ha caído en el más absoluto de los olvidos. Con excepciones, eso sí, como el programa ¡Toma salami!, que alguna vez rescató secuencias de la serie en sus dinámicos episodios.