La serie Alba llega este domingo 28 de marzo a ATRESplayer PREMIUM. La ficción protagonizada por Elena Rivera y Eric Masip está inspirada en la historia de la exitosa serie turca Fatmagül, que a su vez está basada en la novela de Vedat Türkali Fatmagül'ün Sucu Ne?, publicada en 1976.

Pero tras esta aparentemente simple adaptación de uno de los mayores bombazos turcos se esconde una estudiada estrategia por parte de Atresmedia para subirse a la ola de estas ficciones y cambiar el mercado televisivo. La cadena, que en su día emitió Fatmagül en Nova, ha decidido doblar su apuesta por las ficciones otomanas y dar un paso más, adaptando para el público patrio una de esas producciones.

De esta manera, la empresa busca que el éxito turco revierta en la industria audiovisual española, creando ficciones similares o basadas en las series que exporta Turquía, pero hechas por medios nacionales y con un reparto español. Además, esta estrategia permite a la cadena crear productos con una identidad propia que van más allá del término 'serie turca' que engloba a estas producciones. Es el caso de Alba, que a pesar de compartir una trama central con Fatmagül, presenta grandes diferencias con respecto a la historia original.

Tanto en la serie turca como en la española, la premisa de la que parte la historia es la violación grupal de la joven protagonista. No obstante, a partir de ahí ambas ficciones toman caminos diferentes que pocas veces se cruzan entre sí. Mientras Fatmagül es obligada a casarse con Kerim, uno de sus supuestos agresores, Alba encuentra el apoyo de su novio, Bruno, hasta que descubre que tres de los cuatro agresores son amigos de él.

Alba, por tanto, adapta la historia de Fatmagül a la cultura y la sociedad españolas, mostrando una realidad que viven muchas mujeres que, por desgracia, podrían pasar por el calvario que sufre la protagonista, no sólo por la agresión sexual, sino por el juicio social que vive posteriormente. Casos como el de Nevenka o el de la víctima de 'La Manada' han saltado a la actualidad mediática en España a lo largo de las últimas décadas y han contribuido a concienciar a la sociedad.

En 'Fatmagül', la protagonista se ve obligada a casarse con uno de sus agresores. Atresmedia

Las diferencias sociales entre España y Turquía no son la única distinción entre Alba y Fatmagül. Y es que la serie de Atresmedia, además de adaptar la historia de la turca a la cultura nacional, también actualiza temporalmente las tramas, pues hay que recordar que la ficción turca se estrenó hace 12 años, por lo que la realidad y la sociedad se han transformado considerablemente en ambos países.

Uno de los asuntos con los que más se está concienciando la población española es la necesidad de creer y apoyar a las víctimas de abusos sin cuestionarlas. Por este motivo, Alba se propone mostrar la terrible situación que vive la protagonista cuando es juzgada por su entorno y por las propias autoridades.

Esto supone una diferencia sustancial con respecto a Fatmagül, donde la joven violada se casa con uno de sus agresores y lo desprecia hasta que descubre que en realidad es inocente y acaba enamorándose de él.

Tanto 'Alba' como 'Fatmagül' parten de la misma premisa, pero toman caminos distintos. Atresmedia

Lo que sí guardan en común ambas producciones es una factura visual muy característica, destacando la utilización de localizaciones costeras y la iluminación cálida; así como el protagonismo de dos grandes actrices, Beren Saat en Turquía y Elena Rivera en España, capaces de conmover y cautivar a la audiencia con solo una mirada.

Así es Alba

Alba es una joven que regresa de Madrid a su pueblo de la costa para disfrutar de las vacaciones. Una mañana, tras disfrutar de una noche de fiesta, despierta desnuda en la playa tras ser agredida sexualmente por un grupo de chicos.

Un año antes de este trágico suceso, Alba se reencontraba en Madrid con Bruno, un vecino del pueblo por el que nunca se había interesado y del que ahora se ha enamorado perdidamente, iniciando una relación idílica hasta que la violación destroza la estabilidad de la joven.

Y es que tres de los cuatro agresores son los mejores amigos de Bruno, pero será la identidad del cuarto hombre la que de verdad atormente a Alba, cuya pesadilla no habrá hecho más que comenzar.