La pasada semana, Toni Cantó anunciaba su salida de Ciudadanos tras un desencuentro con la ejecutiva del partido político. “La ejecutiva del partido está demostrando comportarse como lo peor de la vieja política, sin asumir responsabilidades. Están apoltronados en sus escaños y con sobresueldos” se quejaba Cantó en Todo es mentira, el programa de Risto Mejide, durante la emisión del martes 16 de marzo.

“Yo lo que haré es hacer lo que he hecho durante toda mi vida” añadía, en referencia a su profesión de actor. “Tengo alguna propuesta de alguna productora de televisión y luego lo que tengo también son mensajes de amigos del teatro que me han dicho de montar alguna función. Es lo que voy a hacer porque es lo que ha sido siempre mi vida y evidentemente tengo que elegir lo que quiero para vivir y para recuperar la ilusión”, añadía el hasta entonces político.

Este miércoles, sin embargo, se conocía su unión a la lista de Isabel Díaz Ayuso para las elecciones del 4-M. Esto ha hecho que muchos usuarios de las redes sociales tirasen de hemeroteca para recordar algunas contradicciones entre los mensajes anteriores de Toni Cantó (que también militó en UPyD) y su vinculación actual al Partido Popular.

Así, se ha rescatado la vez que Toni Cantó llamó al PP de Valencia “una máquina de corrupción política”, o cuando afirmó en Televisión Española que “los españoles que quieran seguir votando a un partido que no luche contra la corrupción, pues que voten al PP”.

Y no solo eso. Otro usuario ha extraído un fragmento de la serie 7 vidas, de la que Toni Cantó era protagonista en sus primeras temporadas, que parecía una profecía sobre el devenir del propio actor.

En la escena en cuestión aparecía el personaje de Carlota, interpretada por Blanca Portillo, que le decía a David, el personaje de Cantó: “David, no cambies nunca, corazón, sigue siendo siempre como eres”, en referencia a su ingenuidad. “Ni remordimientos ni mala conciencia... Debería dedicarme a la política”, respondía David, un diálogo que ahora, tras su tercer cambio de partido, cobra una nueva dimensión.