En julio del año pasado escribí una nota que nunca se publicó. Podía parecer disparatado el regreso de Puigdemont, invitado por Sánchez.
Lo imposible se hace posible cuando acontece.
Algunos extractos de mi nota de julio 2023:
Puigi, recuerda aquella canción que tanto nos unía:
Te perdí por culpa de un error.
Perdóname, te lo suplico.
Vuelve otra vez. Te necesito.
Recuerda aquel ayer.
Vuelve otra vez.
Tú y yo somos el nuevo Duo Dinámico.
Vente pa' España, Puigi.
Eres el único que falta para sumar.
Si estamos junts, continuamos en la Moncloa.
Y tú con tus cosas.
Deja ya los mejillones y las patatas fritas con mayonesa.
No te preocupes por tu viaje de vuelta.
No tendrás que meterte en el maletero del coche.
Como yo voy a ir a Bruselas, te vuelves conmigo en el Falcon
y decimos que eres un invitado especial
y un secreto-problema de Estado (que lo eres).
Ni pasaportes, ni control de la guardia civil.
Solamente algún mosso d'escuadra de tu confianza y ya está.
Vivirás en mi casa todo el tiempo que yo necesite.
Faltaria más.
Después ya veremos.
¿Y tus cuentas pendientes con la Justicia?
¿Y tus reivindicaciones de amnistía y referendo?
Peccata minuta, amigo. Peccata minuta.
Yo soy Perro Sanxe.
No soy ni quiero ser profeta. Pero, leyendo hoy EL ESPAÑOL, empiezo a pensar que no estaba tan fuera del tiesto.
Y ahora ya estoy pensando en el referéndum. ¿Otra idea que nunca se hará realidad? Al tiempo.
En Quebec (Canadá) cuando hicieron el primer referéndum con René Levesque como primer ministro la pregunta era muy sibilina
¿Quieren que Quebec tenga una soberanía-asociación con Canadá?
El pueblo de Quebec dijo que no y el primer referéndum fue un fracaso (como el segundo, años después).
Pero en España, la respuesta de los socialistas, independientes y hasta de muchos constitucionalistas hubiera sido, probablemente, otra. Aquí somos tan inteligentes que nos las dan con queso.
Si es asociación, dirá la Fiscalía, está dentro de la Constitución. Y los legales gritaran olé.
Si es soberanía, dirán los progres, eso está siempre bien. Y los ingenuos aplaudirán.