¡Dioses de mil nombres!
Si perdonar es símbolo de comprensión, hoy, desde Kabul, tengo que manifestar que no quiero ni deseo comprender.
Siento que en vuestro nombre algunos hombres han manipulado el misterio de la vida, el misterio de la esperanza y la fe en las promesas del más allá.
Siento que la destrucción, el dolor, el desgarro familiar, la muerte y la incomprensión se han convertido en armas fanáticas en vuestro nombre.
¡Dioses de mil nombres!, haced justicia y borrad la palabra comprensión para los que utilizan vuestro nombre con un único fin: la consecución de sus intereses materiales, disfrazados de Mahoma y sus múltiples ramas familiares.
La verdad, no entiendo nada.
¡¡Perdonarnos!!
¡¡Ayudarnos!!
¡¡Haced justicia, humana y divina!!