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La ley de los rendimientos decrecientes en la violencia de género

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¿Tenemos en España un número tan bajo de víctimas de violencia de género que toda medida correctora va a tener rendimientos decrecientes?

Respuesta corta: probablemente. El lector debería entender que si quien escribe esto  respondiera otra cosa sería un charlatán, y hay ya demasiados charlatanes escribiendo sobre este tema. Se trata además de una pregunta compleja sin una respuesta simple. Si al lector no le interesa la respuesta larga, le invito a parar aquí mismo.

Desde finales de 2004 la perspectiva de género se ha colado en nuestro Código Penal con una ley que fue votada por unanimidad en el Congreso y que fue avalada por el Tribunal Constitucional y que establece la discriminación penal positiva a favor de las mujeres. Aceptemos que sea justo que así sea: no pretendo demostrar lo contrario ni que no haya machistas, pero es justo también evaluar la eficacia de dicha ley.

Sus defensores dirán que en 2004 murieron 70 mujeres víctimas a manos de sus parejas, y que el año pasado fueron 45, por lo que estaríamos en términos relativos mejor. En cambio, si consideramos que el número total de homicidios ha pasado de más de 500 a solo unos 300, la proporción de víctimas de violencia de género ha aumentado en el mismo período, por lo que la eficacia de la ley sería nula.

Quien escribe esto cree que Japón presenta el más alto grado de civilización existente, y es también uno de los países en los que hay menos homicidios del planeta. Es también uno en los que la proporción de feminicidios es mayor, lo que parece ser un patrón que se repite en los países menos violentos, lo cual no invita al optimismo en lo que respecta a la violencia de género.

En mi primer post argumenté que el número de muertes por violencia de género desde 2003 sigue una distribución de Poisson como las muertes anuales por coz de caballo en el ejército prusiano. No se trata en todo caso de convertir este blog una tesis doctoral, pero si yo trabajara para una financiera y muchas mujeres quisieran asegurarse contra este riesgo usaría ese modelo de Poisson (cuyo intervalo de confianza es superior al 90% para el caso que nos ocupa) para ofrecerles un producto que les resultara satisfactorio.

Las hipótesis necesarias para que esta ley de los pequeños números se cumpla son, evidentemente, que los números en cuestión sean pequeños (y lo son) y como recordaba en mi primer post sobre este asunto (1) que puedan ser contados en números enteros (lo que me parece una verdad evidente que no necesita mayor explicación), (2) que sus ocurrencias sean independientes (una ocurrencia no aumenta ni disminuye el riesgo de la siguiente ocurrencia) y (3) que tengan un valor esperado conocido en un intervalo de tiempo.

Como ya indiqué, la violencia de género no se parece a la poliomelitis, y eso es así no solamente porque no tiene cura simple, sino porque además no se contagia. En los últimos 5 años han muerto aquí más de 250 mujeres a manos de sus parejas y solamente 2 personas víctimas de ébola (con un único caso de contagio). Sin embargo, si me dicen que a finales de 2019 van a morir 2000 personas en nuestro país de solo una de estas dos causas apostaría por el ébola, ya que esta última lacra tiene efectos multiplicativos.

En España hay más de 3000 personas que se suicidan cada año y hay evidencias tenues de que los suicidios se distribuyen en clusters: es decir, si hay un suicidio en su pueblo es más probable que haya un segundo suicida ahí al poco tiempo (lo que los expertos denominan efecto Werther). No hay sin embargo que yo sepa (y créanme, las he buscado) evidencias que permitan concluir que ese factor mimético exista en el caso de la violencia de género.

Es posible que la tercera de las hipótesis que yo he listado (que el número medio de ocurrencias sea un número conocido) no se cumpla y que pueda reducirse, por lo que en tal caso estas muertes no segurían estrictamente una ley de Poisson. Ahora bien, nadie me ha respondido a la pregunta planteada en mi primer post: ¿Si el número de ocurrencias se redujera a 36 en el año 2027 estaríamos bien o mal?

Creo que obligar a los jueces a aprender teoría de género reducirá esa media de ocurrencias en 0, pero crearía bastantes puestos de trabajo para algunos “expertos” en género. Abogar, en cambio, por un código penal draconiano puede que fuera algo más eficaz en ese sentido, pero son partidos como Vox los que lo propugnan, mientras que PSOE y Podemos han recurrido la prisión permanente revisable ante el Tribunal Constitucional.

Es decir, los mismos partidos que sobre el papel más se preocupan por resolver el problema son los mismos en reconocer que las medidas más susceptibles de tener alguna eficacia sensible sobre el mismo son contraproducentes. El supuesto posicionamiento enfrentado de los distintos partidos alrededor de estas tragedias, y en esto albergo pocas dudas, es simple postureo ideológico y del de la peor especie.