Somos muchos los andaluces que en estos instantes creemos que nos jugamos mucho el próximo 2 de diciembre. ¡Y tanto! Nos jugamos darle la vuelta a esta autonomía pero también darle la vuelta a este país en lo que a regeneración política se refiere.
Susana, nuestra siempre ínclita presidenta, convoca con sus razones ombliguistas. En este justo momento se dan las circunstancias menos desfavorables que van a darse para ella y los suyos en mucho tiempo. Siempre mirando el que su gran empresa no pierda cuota de mercado (lo único que les importa) y que ella y los suyos sigan viviendo de la ignorancia y la ingenuidad de unos votantes que ya no van a ser ni tan ignorantes ni tan ingenuos.
Poco a poco (y nos ha costado) la gente, el pueblo, como ellos gustan en llamarlo, se están dando cuenta del gran juego del bipartidismo en España desde poco después de la desaparición de la dictadura.
Tanto a PP como a PSOE sólo les preocupa poder mantener sus inflados aparatos, es decir, sus empresas, sus dos monstruosas empresas. Y eso no es una falacia o ganas de fastidiar que tenemos los naranja. Es la verdad clara y objetiva. El votante, a estos dos partidos, sólo les interesa cada cuatro años.
Con esto no digo que en sus filas, en las que tengo a grandes amigos, no haya gente honrada que se levanta cada mañana para luchar por los intereses de los ciudadanos. Me consta que los hay, y muchos. Pero el aparato se los come, pasa por encima de ellos como si de una apisonadora se tratase.
Por esto, por esos inflados aparatos que hay que alimentar a toda costa, el ciudadano andaluz no tiene más remedio que dejar de mirar a estos dos grandes partidos que llevan por bandera el cartel de la corrupción y ser valiente y cambiar el voto rutinario y votar a Ciudadanos para que esta vez sí en Andalucía podamos hablar de regeneración, de desarrollo, de políticas sociales y económicas inclusivas y abandonar esta dictadura extractiva del PSOE que nos lleva muchos años exprimiendo en todos los sentidos.
Es hora de cambiar la forma de gobernar en nuestra región.