La apuesta por la energía limpia da un nuevo paso en el ámbito rural. La empresa BDP Bioenergy va a construir dos plantas de producción de gas renovable que aprovecharán los residuos de la ganadería para generar combustible sostenible. El proyecto, que combina innovación tecnológica y economía circular, busca reducir las emisiones y ofrecer nuevas oportunidades económicas en el entorno agrícola y ganadero.
Estas plantas se construirán en las localidades de Villafranca del Campo (Teruel) y Mallén (Zaragoza). La inversión supera los 34 millones de euros, siendo ligeramente superior el coste de la fábrica turolense, y se generarán 16 puestos estables para la fase de operación, en cada una de ellas.
Adicionalmente, contribuirán a la creación de empleo indirecto en otras empresas auxiliares necesarias para su funcionamiento, que se estiman en unos 57 puestos entre las dos plantas. Respecto al perfil formativo de este empleo, se incorporarán perfiles técnicos con formación y experiencia en mantenimiento industrial y operación de plantas de tratamiento de residuos, a los que se les impartirán talleres de formación.
En concreto, para la producción de gas renovable, el residuo principal a tratar en las plantas es el purín de cerdo proveniente de granjas porcinas locales. Este material se mezclará con otro tipo de residuos de otras granjas e industrias localizadas en las proximidades de las instalaciones, como estiércol bovino, gallinaza, estiércol ovino o suero lácteo.
Según la documentación de la empresa, en las proximidades de Villafranca del Campo hay 343 granjas de cerdo, de las que 53 (el 15%) se encuentran a una distancia inferior a 10 kilómetros de la planta. Para el proyecto ubicado en Mallén se han identificado 973 potenciales granjas porcinas suministradoras, de las cuales 196 (el 20%) se encuentran a menos de 10 kilómetros de distancia de la planta.
El biogás generado se somete a un proceso de limpieza y purificación para permitir su valorización en la planta de biometano comprimido. Gran parte del biogás generado será purificado en esta planta y aumentará la concentración de CH4 y la presión hasta niveles compatibles con los de la red de gas natural, siendo inyectado a la misma.
En el caso de la planta de Villafranca del Campo, la inyección se realizará en un gasoducto propiedad de Redexis, situado a aproximadamente a 800 metros de distancia de la instalación. Para la planta de Mallén, la inyección del biometano generado se realizará en un gasoducto propiedad de Nedgia, situado a unos 2.900 metros de distancia de la planta.
Según el cronograma, están previstos 10 meses para la ejecución de las obras y 4 adicionales para la puesta en marcha y explotación comercial de las plantas, prevista para diciembre de 2027 en el caso de Villafranca del Campo y para febrero de 2028 para la planta de Mallén.
El Gobierno aragonés declaró este proyecto como inversión de interés autonómico por su contribución a mejorar el conocimiento de los procesos inherentes a gases renovables, con todas sus tecnologías implicadas.
