Más allá del conocido Erasmus+ en el que los estudiantes viajan a un punto europeo para cursar durante unos meses su carrera universitaria o el conocido como Sicue que permite la movilidad por el territorio europeo. La Universidad de Zaragoza lanzó de manera pionera hace ocho años el Erasmus rural con el objetivo de mostrar todas las capacidades que tiene el medio rural para el mercado laboral.
Este año entre los meses de junio y noviembre van a pasar más de 200 estudiantes por esta beca. Entre ellos, está Angélica Cebrián. Esta joven turolense de 23 años, estudiante de Trabajo Social, lleva desde julio realizando prácticas en la Asociación para el Desarrollo de la Ribera Alta del Ebro (Adrae) en Gallur, un municipio de 2.000 habitantes de la provincia de Zaragoza.
Según cuenta, llegó a través de la propia asociación a conocer la posibilidad de hacer unas prácticas de este tipo en las que asegura que si lo hubiera sabido en sus primeros años de carrera, "las hubiera hecho antes".
Ahora que está en plena experiencia, no lo cambiaría por nada: "Tengo claro que me va a ayudar muchísimo en el futuro, ya sea de manera personal, a la hora de poder encontrar un trabajo y, sobre todo, a poder colaborar en el desarrollo rural de los pueblos, que hace mucha falta".
Esto último principalmente es a lo que dedica sus horas en su puesto laboral ya que se encarga de ayudar a instalarse a "nuevos pobladores" que quieran ir a vivir a la Comarca de la Ribera Alta.
Así, ve con buenos ojos la proyección de estas becas en el medio rural: "Tenemos muy idolatrada la vida en la ciudad, pero la vida en el pueblo es mucho más acogedora", defiende. A lo que añade: "Hay un montón de oferta cultural, muchísimo transporte para poder moverte a donde quieras. Es todo más sencillo, mucho más calmado, y más barato", relata.
Más de 1.000 estudiantes en 8 años
El conocido más comúnmente como Erasmus rural comenzó en 2018 con el programa 'Desafío' en el que se incita a los estudiantes procedentes de la ciudad a realizar una primera inclusión laboral en el entorno rural. Poco después se desarrolló el programa 'Arraigo' en el que titulados procedentes del entorno rural pueden acceder a trabajos en la zona. Por último, se unió el programa 'Prearraigo' para aquellos estudiantes del propio entorno rural.
Así, desde la Universidad de Zaragoza señalan que el objetivo del mismo es que los estudiantes "tomen conciencia" de que en los pueblos se puede trabajar y de todas las oportunidades que ofrece: "Tiene que servir para abrir mentes y concienciar de que existe la posibilidad de integrarte lateralmente en el medio rural", explica Nieves García, directora del Servicio de Orientación y Empleo de la Universidad de Zaragoza (Universa).
De esta forma, han pasado por su haber más de 1.000 estudiantes. Una cifra global que García afirma es "para estar contentos". Este año están acogidos a este programa 200 con un presupuesto de 300.000 euros para las becas que reciben los alumnos que son de media unos 1.050 euros por mes para poder hacer frente a la manutención y gastos de vivienda.
Asimismo, aunque se pueda pensar que el mayor número de los estudiantes están vinculados a grados con enfoques más rurales. García lo desmiente y admite que "llama la atención" el perfil. Así, los estudiantes que más se acogen al Erasmus rural son los de Medicina gracias a un convenio con las diputaciones provinciales.
Huesca tiene 70 estudiantes de Medicina formándose en los centros de salud del medio rural, una manera de paliar de cara al futuro el déficit de médicos en este entorno.
Aunque también participan estudiantes de Enfermería, Veterinaria, Historia y Administración y Dirección de Empresas, entre otros. Estos últimos conforman un papel clave para los consistorios ya que les proporcionan ayuda a la hora de hacer frente a temas burocráticos.
