Alicante

"Si el ciudadano no se lo pone difícil al mosquito tigre, de nada sirve que se combata desde la administración pública". Son palabras de Rubén Bueno, director técnico de Lokímica y Rentokil Initial, una de las dos compañías, junto con Inesfly, que ha desarrollado un pionero y exitoso experimento con vecinos de Torrent (Valencia) para acabar con esta especie invasora. 

Su lucha se explica porque, en último término, el mosquito tigre está detrás de enfermedades como el Zika o el dengue, cuyos últimos brotes se han detectado esta semana en Ibiza, sin olvidar que su picadura de por si causa enormes molestias, además de que puede afectar al bienestar de núcleos poblacionales enteros y al turismo de una región

En el Vedat, una gran zona residencial de localidad, se ha desarrollado durante 2022 el proyecto 'Nescotiger' que ha contado con la colaboración de 1.028 familias voluntariasquienes han participado en actividades como inspecciones aleatorias, charlas formativas, tratamiento de imbornales y localización de los espacios de cría. El resultado final es que se ha podido acabar con el 68% del mosquito tigre

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"Esta investigación aplicada lo que buscaba era intentar encontrar estrategias que sean eficaces para controlar al mosquito tigre en entornos residenciales", avanza Bueno. "Porque tenemos mucha experiencia acumulada en cómo combatir al mosquito tigre en las zonas de titularidad pública, que es donde en parte cría esta especie, que busca pequeñas colecciones de agua estancada para depositar sus huevos", añade.  

Pero en los entornos residenciales, como son patios privados o terrazas, "hay multitud de pequeñas acumulaciones de agua donde también cría el mosquito tigre y donde no podemos acceder a ellas desde la parte pública, desde los ayuntamientos y las empresas que trabajan para los mismos", aclara.

Otro momento de la investigación.

Partiendo de este contexto, se pusieron sobre la mesa diferentes soluciones tecnológicas que sean, además de eficaces, sostenibles medioambientalmente. De ellas, ¿cuál es la que mejor respuesta ha tenido? Le preguntamos. "Pues los resultados a nivel estadístico muestran que una de las técnicas utilizadas, que es una trampa, que lleva un insecticida impregnado en la misma, nos ha dado los mayores resultados de reducción poblacional del mosquito tigre". 

Esa trampa, como un pequeño recipiente, "simula un sitio donde el mosquito tigre va a depositar los huevos, se siente atraído y lleva en su interior impregnada una pintura que contiene el producto insecticida microencapsulado dentro de la composición química de la pintura", avanza este experto. Así, se libera muy lentamente y, por tanto, cuando el mosquito deja los huevos en las paredes de ese recipiente, "va toqueteando con sus patas, se va impregnando del insecticida y acaba muriendo".

Adicionalmente, si los huevos han sobrevivido "por cualquier razón", explica, porque los ha podido depositar directamente en agua o sea el factor que sea, las larvas se desarrollarían inevitablemente, "pero esa pintura también lleva un insecticida que impide el desarrollo completo de las larvas, con lo cual matas a la hembra de mosquito adulta que iba a poner allí los huevos porque ha contactado con esa pintura insecticida que está dentro del recipiente, y también su descendencia en el caso que haya podido dejar los huevos". O, dicho de otro modo, larvas también morirán antes de ser adultos. 

Participación ciudadana

La importancia de este estudio, financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) es haber dado, por primera vez, poder a la ciudadanía para acabar con estos insectos. Gracias a 2.800 trampas en total y a un asesoramiento constante, se estaría marcando un camino a seguir para atajar este tipo de plagas. 

El análisis científico tras las prueba piloto.

"Que el ciudadano se lo ponga difícil al mosquito tigre en el ámbito doméstico significa reducir al máximo las colecciones de agua estancada que tengas en tu jardín, porque si tú tienes agua estancada en tu jardín en la época de actividad del mosquito tigre, que empiezan a ser entre marzo, abril, octubre y noviembre, en apenas cuatro o cinco días esas larvas del mosquito tigre se pueden desarrollar y salir los adultos", avisa.  

Un simple bebedero de perros o gatos o el platito que se queda en las macetas... "siempre y cuando no supere los dos días de estancamiento, no hay problema", aclara Bueno.  "Necesitábamos en este proyecto que la gente se involucrase con los códigos de buenas prácticas para reducir la colección de agua estancada en sus ámbitos domésticos, porque por mucho que encontremos una trampa que vaya muy bien, si la gente sigue acumulando agua estancada y sigue teniendo criaderos, es muy difícil que tengan un impacto poblacional. Necesitamos combinar ambas cosas. Que la gente tenga prevención y, aparte, nosotros complementar allá donde no lleguemos con esa prevención", concluye.