Alicante
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Pocas cuestiones generan tantos roces entre vecinos como las obras en casa. Ruidos, permisos, cambios inesperados o dudas sobre lo que puede o no puede tocarse dentro de una vivienda forman parte del día a día de muchas comunidades.

¿Hace falta pedir permiso para reformar un baño? ¿Y si quiero abrir un hueco en un muro? Para resolver estas dudas, en EL ESPAÑOL de Alicante hemos hablado con Belén Sánchez, administradora de fincas desde el año 2000 y actual vicepresidenta del Colegio de Alicante.

Desde su despacho en la capital, donde coordina un equipo de 14 profesionales, detalla de qué se encarga exactamente un administrador y aclara algunos de los conflictos más frecuentes relacionados con las reformas en los hogares.

Para Sánchez, la clave está en distinguir entre las reformas estrictamente internas y aquellas que afectan a cualquier elemento compartido del edificio.

En este sentido, explica que, cuando la obra "es interna en su casa" y no implica riesgos estructurales ni alcanza ningún elemento común, el propietario únicamente "tiene que informar al presidente".

Esa comunicación puede hacerse a través de un correo electrónico dirigido al administrador de fincas, que trasladará el aviso. En estos casos, subraya, la notificación es "solo a modo informativo", y el vecino "no requiere la autorización de la comunidad para hacer una obra interna en su casa", aunque sí está obligado a obtener las licencias municipales correspondientes.

La situación cambia por completo cuando la reforma, aun realizándose dentro de la vivienda, afecta a algún componente común. "Si toca un elemento común, debes pedir permiso", resume Sánchez.

No basta entonces con avisar: "el propietario no puede meramente informar de las obras", sino que debe "solicitar autorización de la comunidad para reparar ese elemento común".

Entre los puntos sensibles que requieren permiso figuran la estructura del edificio, las bajantes comunitarias, el forjado del techo o suelo, la modificación de huecos de patios, -si estos son comunes-, o cualquier actuación en terrazas que, aunque estén en uso privativo, pertenecen a la comunidad.

Sánchez matiza incluso situaciones intermedias: si en medio de una reforma aparece una tubería con una pequeña fuga y se trata de una bajante general, es "muy bueno que la comunidad de propietarios aproveche para cambiar esa bajante"; aun así, recalca con firmeza que "no es el propietario el que puede tocarla o cambiarla".

Conflictos cotidianos

Aunque muchos propietarios creen que el administrador solo resuelve quejas, Sánchez señala que las llamadas rara vez tienen que ver con las cuestiones jurídicas o contables, que son precisamente "por lo que realmente vale el administrador".

Lo habitual son las quejas por la limpieza, -"muy habitual que nadie esté contento con la empresa"-, o los conflictos vecinales, especialmente en urbanizaciones con piscinas y pistas deportivas.

En los edificios del centro de Alicante, donde los vecinos apenas coinciden más allá del ascensor, la convivencia suele ser más tranquila.

El IEE, la edad de los edificios

Alicante cuenta con un parque de edificios antiguos, y Sánchez recuerda que el Informe de Evaluación del Edificio (IEE) es obligatorio para todas las construcciones con más de 50 años.

Durante un tiempo, la Generalitat fue poco estricta, pero ahora, asegura, se ha trasladado a los colegiados que las sanciones por incumplimientos llegarán.

El informe, además de obligatorio, es "totalmente recomendable", una especie de chequeo médico para detectar "riesgo inminente" antes de que aparezca un problema mayor.