El otoño se toma un descanso en Alicante. A partir del martes, el viento de poniente volverá a ser protagonista y dejará temperaturas impropias de mediados de octubre.
Según el meteorólogo Samuel Biener, de Meteored, el efecto foehn será uno de los responsables de que el termómetro se dispare en la provincia, con máximas que podrían alcanzar los 30 grados en algunos puntos del litoral.
Mientras en el norte de España las borrascas atlánticas dejarán lluvias abundantes y acumulados que superarán los 200 litros por metro cuadrado, el sureste peninsular quedará completamente al margen. En Alicante, el aire cálido y seco procedente del interior peninsular, tras atravesar las cordilleras, provocará un notable ascenso térmico y una atmósfera más estable.
El poniente se impone
El fenómeno del foehn explica gran parte de esta subida. Ocurre cuando el aire húmedo que llega del Atlántico choca contra una cadena montañosa, asciende, se enfría y pierde humedad en forma de precipitación.
Al descender por el lado opuesto, -en este caso, hacia el Mediterráneo-, ese aire se recalienta y se seca rápidamente, generando un ambiente más cálido.
En palabras de Samuel Biener, "el efecto foehn junto a la dorsal que asomará por el sur provocarán máximas de 30 ºC o más entre el martes y el viernes en ciudades como Alicante, Málaga, Murcia y Valencia".
Este episodio se notará sobre todo a mediodía, cuando las temperaturas podrían situarse entre 3 y 6 grados por encima de lo habitual en estas fechas.
Un tiempo primaveral
El catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Alicante, Jorge Olcina, ya adelantó a EL ESPAÑOL de Alicante una subida "significativa" de las temperaturas a partir del martes.
El cambio llegará con la entrada del viento de poniente, que impulsará el calor en toda la franja litoral. "Las temperaturas subirán y lo harán de forma significativa", detalló Olcina, quien calcula que entre el martes y el jueves el aumento se notará especialmente al mediodía, con valores que podrían alcanzar "hasta 30 grados" en puntos de la costa alicantina.
Este episodio cálido devolverá a la provincia un ambiente más propio de "final de primavera, de comienzo de verano", con cielos despejados y sensación térmica elevada. Sin embargo, los expertos coinciden en que no durará mucho.
Según Biener, la atmósfera comenzará a cambiar hacia el fin de semana, cuando el chorro polar vuelva a ondularse y puedan formarse vaguadas que traerán algo más de inestabilidad. Hasta entonces, Alicante disfrutará de un respiro otoñal con sabor a junio, con días de sol, temperaturas de playa y una tregua del frío que podría venir después.
