La inteligencia artificial (IA) lo tiene claro: si estás pensando en comprarte una casa en la playa en la provincia de Alicante, el último lugar de la lista debería ser Santa Pola.
Así lo considera ChatGPT, la IA más popular del momento, que define esta localidad costera como "un destino práctico, pero poco atractivo si lo que buscas es encanto, privacidad o un paisaje de postal".
En una provincia llena de joyas junto al mar, elegir dónde pasar el verano o jubilarse es casi una misión imposible. Por eso, desde la redacción de EL ESPAÑOL decidimos preguntarle a la IA cuál es el mejor sitio para tener una casa en la playa. Su respuesta fue rotunda: Altea.
Pero hoy hemos querido ir un paso más allá y preguntarle justo lo contrario: ¿cuál es el peor destino de Alicante para tener casa en la costa? Y la respuesta ha sido clara: Santa Pola.
Antes de entrar en detalles, queremos dejar claro que esta es solo la opinión de la IA y que, como veremos más adelante, también destaca muchas virtudes de esta localidad. Porque, seamos sinceros, en Alicante no hay ningún sitio "malo" para tener casa en la playa.
Desventajas, según la IA
ChatGPT empieza su argumentación con una crítica directa a la masificación veraniega.
Según explica, "la población se multiplica por cuatro en temporada alta", lo que genera atascos, supermercados desbordados, calles abarrotadas y una odisea diaria para encontrar aparcamiento, incluso en septiembre.
"Vivir allí en verano puede sentirse más como sobrevivir que disfrutar", resume la IA.
Otro de los puntos que señala es que las playas urbanas están demasiado concurridas. Aunque reconoce que son amplias, matiza que "la mayoría están pegadas al paseo marítimo o a zonas residenciales, y la experiencia es más de playa funcional que de paraíso costero".
Quien busque aguas cristalinas o calas escondidas no las encontrará en Santa Pola, al menos según su criterio.
En el apartado urbanístico, la IA destaca que hay zonas con bloques antiguos y sin mucho encanto, especialmente construidos entre los años 70 y 80, con escasa planificación.
"Comprar barato puede tentarte… pero luego lo pagas en calidad de vida y de vistas", advierte.
Por último, menciona un desgaste general en algunas zonas del municipio: "Santa Pola tiene rincones que se han quedado un poco atascados en el tiempo, con un aire a resort low-cost de otra época".
El exceso de locales cerrados fuera de temporada también refuerza esta percepción.
Ventajas de Santa Pola
Aunque crítica, la IA no se olvida de mencionar las ventajas de vivir en Santa Pola, que considera "un lugar funcional, bien conectado y con vida local".
Su ubicación estratégica es uno de los grandes puntos a favor: "Está a solo 15 minutos del aeropuerto y a 20 minutos de Alicante o Elche. Ideal para escaparte rápido o si trabajas cerca".
También valora positivamente su tradición pesquera y su gastronomía: "El puerto pesquero es de los más activos de la provincia, y se puede comer buen pescado y marisco sin precios abusivos".
A eso se suma la cercanía a Tabarca, una isla a la que se llega en ferry desde el puerto: "Tener esa joya mediterránea tan cerca es un privilegio que muchos pagarían caro".
Salinas Santa Pola
En cuanto a naturaleza, ChatGPT destaca las salinas, las rutas ciclistas, el Cabo de Santa Pola y la Sierra como puntos fuertes.
Además, lo define como "un lugar top para deportes como el kitesurf".
Historia, cultura y naturaleza
Y es que la IA puede tener su opinión, pero Santa Pola tiene argumentos de peso para cautivar a cualquiera.
Lo dice incluso Turismo de la Comunitat Valenciana, que define el municipio como "un destino cultural, gastronómico, de playa y de naturaleza".
Entre sus principales atractivos destaca el Castillo-Fortaleza, una imponente construcción del siglo XVI que alberga el Museo del Mar.
Allí se puede aprender sobre su pasado prehistórico y marinero, desde la época íbera hasta la romana.
También merecen una visita las zonas arqueológicas del Portus Ilicitanus y el Parque El Palmeral, donde se conservan restos de una antigua villa romana con mosaicos y una necrópolis.
Y en el cabo, un arrecife fósil con millones de años surcado por senderos, encontramos miradores, aljibes y torres vigía como Atalayola o Escaletes.
La oferta de playas es variada e impresionante, con nombres como Llevant, Tamarit, El Pinet, La Llisa o las calas del cabo de l’Aljub.
Castillo fortaleza de Santa Pola
Además, el Parque Natural de las Salinas de Santa Pola ofrece paisajes únicos con dunas, lagunas y aves protegidas, junto a joyas patrimoniales como la Torre Tamarit del siglo XVI.
¿El peor destino?
En resumen, por mucho que diga la IA, Santa Pola no es un mal lugar para tener una casa en la playa.
La IA lo describe como "práctico, funcional y bien conectado", y esa puede ser su mayor virtud para quienes priorizan la accesibilidad, los servicios y la vida local frente al glamour turístico.
Eso sí, lo repetimos una vez más: esta es solo la opinión de una inteligencia artificial, y Santa Pola no tiene absolutamente nada malo.
Al contrario, es un lugar mágico junto al mar, con historia, sabor mediterráneo y un entorno natural privilegiado.