El escándalo que hizo dimitir el pasado viernes al concejal de Deportes de Elche José Navarro por haber entrado ebrio a una iglesia y presuntamente haber mantenido relaciones íntimas bajo un trono se cerrará con la toma de posesión de su relevo en el cargo, José Antonio Román.
El ingeniero técnico agrícola asumirá el puesto como nuevo concejal del grupo municipal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Elche durante el pleno ordinario del próximo lunes 29 de abril. Román asumirá las competencias de Deportes, Agricultura, Medio Ambiente y Palmeral.
Así se ha decidido en un pleno extraordinario que se ha celebrado con "carácter de urgencia", según el consistorio, como paso previo necesario a la toma de posesión de finales de mes.
Aprovechando el cambio en la plantilla municipal, el alcalde, Pablo Ruz, ha reasignado algunas competencias entre el equipo de Gobierno. Hasta la toma de posesión del nuevo concejal, "todas las competencias de José Navarro se transfieren de manera provisional a Juan de Dios Navarro", señalan, quien será el nuevo portavoz del grupo municipal.
"Además, ostentará las áreas de Recursos Humanos, Agua y Relaciones Institucionales y la firma delegada administrativa para el área de Policía Local, cuyo máximo responsable sigue siendo el alcalde de Elche", añade el Ayuntamiento. Por último, las competencias de Nuevas Tecnologías se integran en las funciones de Claudio Guilabert.
La dimisión
Navarro ha sido durante el último año concejal de Seguridad, Recursos Humanos y Deportes del equipo de gobierno ilicitano, formado por un bipartito de PP y Vox, y el pasado miércoles emitió un comunicado en el que negó cualquier acto de "índole sexual" dentro de la iglesia del Salvador de Elche en la madrugada del Viernes Santo, a donde sí reconoció que había ido en estado ebrio con unos amigos.
En esta primera crisis en el equipo de Gobierno municipal de Ruz, todos se dan por satisfechos con las explicaciones que ofreció Navarro sobre lo ocurrido el viernes de Dolores de madrugada en la iglesia de El Salvador y con la consecución de su renuncia. Se pone fina tres días "calvario" que se agudizaron ayer, en plena celebración de la Santa Faz, cuando el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón (PP) tuvo que ofrecer su opinión sobre el tema.
"Quiero pedir perdón a mi familia, a mi cofradía, a mis compañeros de corporación y a todos aquellos que me conocen por mi comportamiento fuera de lugar ese día en el interior de la iglesia, a la que acudí con un grupo de amigos y procedente de una cena de celebración, bajo los efectos del alcohol. Pero en ningún caso cometí los actos que se me achacan", lamentó Navarro.