Elche

Elche ha comenzado este martes el derribo de la estructura del antiguo Hotel Arenales del Sol, cuya actividad fue muy corta (1963 a 1979) y su decadencia muy pesada para vecinos y la administración.

Este núcleo urbano dependiente de la pedanía de El Altet llevaba desde 1997 esperando que se materializara la destrucción del inmueble, convertido en un nido de ratas donde los drogadictos habían sustituido, con el repentino cierre, a los actores del celuloide, estrellas futbolísticas y príncipes que habían dormido en este cuatro estrellas con vistas a la isla de Tabarca

Se trata de “un acontecimiento histórico para la pedanía y la ciudad de Elche”destacado esta mañana el alcalde, Carlos González, a pie de obra junto a la concejala de Urbanismo, Ana Arabid, y el alcalde pedáneo, Antonio Garzón. De esta forma, se acomete la segunda fase de estos trabajos que comenzaron a principios de verano, periodo en el que estaba previsto su derribo inicialmente, pero al encontrarse amianto, se tuvo que posponer. 

El alcalde, Carlos González, y la concejala de Urbanismo, Ana Arabid, este martes.

La retirada de este mineral, cuya exposición puede llegar a producir cáncer, demoró una de las promesas estrellas del equipo de gobierno local del PSPV-PSOE y Compromís hasta que se ha logrado recoger aproximadamente un millar de kilos de amianto que han sido depositados en el vertedero de Cuenca.

Litigio con la propietaria

González ha aprovechado el momento de euforia del Ayuntamiento para agradecer "la colaboración" de la promotora Princesol, dueña del hotel, para la resolución de este conflicto, así como el trabajo de todas las personas implicadas ya que, según ha señalado, “ha sido una dura y minuciosa tarea que se ha llevado a cabo con todas las medidas de seguridad”.

Estas palabras llegan después del litigio mantenido entre el consistorio y otras administraciones con la mercantil, a la que llevaron a la Justicia hasta demostrar que había hecho trampas en su intento de rehabilitar el hotel hace una década, cuando aprovechó la reforma para aumentar la estructura.

El derribo del Hotel de Arenales, este martes.

Entonces, la empresa, que había comprado a Maruja Sabater, la mujer del propietario, Tomás Brotons, el edificio, había planeado reabrirlo en 2017 con 101 habitaciones y 10 millones de inversión, el último intento de darle una segunda vida a un hotel en primera línea de playa. 

Ahora, a la empresa contratada para el derribo le espera por delante tres semanas para echar abajo su estructura y, posteriormente habrá una fase de regeneración y renaturalización de la playa. "El próximo verano los visitantes y vecinos de Arenales del Sol podrán disfrutar de unas de las mejores playas de la Costa Blanca y la Comunidad Valenciana sin este antiguo inmueble que tanto afeaba la imagen de esta bella pedanía y que tantas molestias ha generado a lo largo del tiempo”.

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