Alicante

Ya está en casa. El senador Pablo Ruz, de 37 años (Elche, 1983), ha permanecido casi dos semanas en el hospital de su ciudad aquejado de una infección por Covid-19 de cepa británica, complicada con una neumonía bilateral. Nunca temió por su vida, pero sí por la de su padre, Antonio Ruz, de 67 años, con quien compartió habitación hospitalaria.

"Si algo me ha enseñado esta enfermedad es una lección de humildad", asegura mientras se recupera en casa. "Yo soy una persona joven, deportista, sano y familiar. No cometo excesos ni fumo. Cuando te ves en la cama eres consciente de tus capacidades. Pero tú no puedes luchar por tu padre, que está en la cama de al lado, muy malito, sin que le llegue el oxígeno. Tienes confianza, pero entras en un túnel oscuro. No consigues evadirte de esa verdad".

Ruz es profesor en excedencia desde que se dedica a la actividad política. Fue el candidato del PP a la Alcaldía de Elche, concejal y ahora senador, desde abril de 2019. En la Cámara Alta es el portavoz popular de la comisión de Educación.

El contagio

El senador ingresó en el Hospital General de Elche el pasado 5 de febrero, después de que su madre Estrella (61 años), profesora de educación infantil, se contagiase en su puesto de trabajo junto a una compañera. Tras una PCR negativa y dos test de antígenos en los que no localizaron el virus, comenzaron los fuertes dolores de espalda y la insuficiencia en la respiración.

Previamente, había dejado de ir a los plenos municipales. Había informado a sus compañeros en el Senado, que se hicieron la PCR, y estaba guardando cuarentena. 

"A mí esto me ha cambiado el chip", reconoce. "Piensas en los tuyos pero también en el resto de la gente. ¿Cómo hemos podido llegar a esta situación? Creo que existe un divorcio entre el bombardeo diario de noticias sobre cosas que no son prioritarias y lo que está ocurriendo en este país con la pandemia", asegura el senador.

"Piensas en todo lo que se podría haber hecho antes y no se ha hecho", añade Ruz. "En Elche han muerto ya 200 personas". 

La gestión

El joven senador explica que no es un experto en el tema sanitario pero sí en el educativo, a lo que se dedica desde 2011. "Mi madre se contagió en un colegio. Los centros educativos son una bomba de relojería. Cualquiera puede opinar desde su tribuna lo que considere, pero los datos están ahí". 

No entiende por qué los colegios siguen abiertos y los restaurantes y bares cerrados en la Comunidad Valenciana. "El Gobierno valenciano lo está haciendo pésimamente mal criminalizando a los hosteleros, siendo profundamente riguroso con unos y laxo con otros", afirma. "Vivimos una política cortoplacista. Deberíamos estar preparándonos para la cuarta ola".

No obstante, Ruz quiere separar lo que es la gestión político-administrativa de la sanitaria. En su muro de Facebook, aún con dificultades para respirar, hizo un agradecimiento público a la labor de los auxiliares, enfermeras y médicos. "Me dijeron que aunque sólo sirviese para concienciar a una persona era importante el esfuerzo", se justifica.

El alegato

"Yo exijo más humildad de quienes nos gobiernan. Menos eslóganes y más verdad. Se nos dijo que las medidas las tomaba un comité de expertos y no existe tal comité. Eso nos ha puesto en riesgo. Esto no es un juego, no han estado a la altura. Ahora hay que prepararse para lo que viene", asegura el senador.

También pide más humildad a los negacionistas de la vacuna. "¿Creen que saben más que los investigadores que llevan años estudiando pandemias?". Por eso, apela a la sociedad: "No podemos fiarnos de quienes no tienen ni idea". 

Y más sensatez respecto a la población mayor: "En esta pandemia hemos escuchado argumentos miserables, restando importancia a la muerte de nuestros mayores, argumentando que el problema eran las patologías previas. Me provoca escándalo lo que ha ocurrido en las residencias. Ellos, los mayores, son los que nos han dado todo lo que somos y ahora les hemos dejado solos".

Por suerte, él y sus padres han superado la fase más crítica pero todavía deben curarse de la neumonía. "Esto te cambia, pero a mejor. Afianzando tu fe, tus valores, tu amor por la familia, tus ganas de hacer cosas por la gente. Vivimos como locos. En mi caso, AVE para arriba, AVE para abajo, Madrid-Elche, Elche-Madrid. Pasar una enfermedad así y ver cómo la pasan tus padres, aunque no haya sido tan grave como para otras familias, te alimenta las ganas de vivir la vida", concluye el senador. 

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