Alicante

El optimismo con el que se afronta la nueva tanda de medidas sanitarias antes de alcanzar la prometida nueva normalidad el 9 de octubre no convence en la hostelería. La asociación de restaurantes de Alicante, ARA, critica la actitud mantenida desde la Generalitat y recuerda las consecuencias económicas que afrontan en la actualidad y las que tienen por delante con la devolución de los préstamos ICO.

"Hoy sale poniéndose las medallas y no es así", lamenta el presidente de ARA, César Anca, "tenía secuestrados nuestros negocios desde hace meses". La parcial liberación que ofrecen con la nueva normativa permite aumentar la capacidad del aforo hasta el 75 % en interiores, sentar hasta diez personas en mesa y el consumo en las barras si se está sentados. "Estamos satisfechos porque por fin podemos tener algo más digno", apunta.

Todo esto llega después de las restricciones sufridas durante la temporada alta del verano. De ahí que Anca recalque que "no se nos olvida reclamar todas las compensaciones económicas por las consecuencias de estas decisiones". Y ahí explica que "no se trata de los locales cerrados, sino la situación en que ha quedado".

En este momento de evaluación, el presidente de ARA indica que mantienen una perspectiva mejor que la que sienten desde Alroa, que alertan de un complicado panorama si no hay una intervención económica. "No veo tan negro el futuro", señala. Y para establecer una comparación asegura que "lo veo un poquito peor que en 2019 porque la recuperación de la que hablan no ha llegado".

Los préstamos ICO

Al tratar las formas en que se puede afrontar esta nueva temporada, Anca sí reconoce que hay un punto negro en el horizonte: el plazo de los prestamos ICO. La carencia de estos termina en marzo y ese cree que será un momento clave para las cuentas del sector de la hostelería.

"No tenemos que olvidar la situación que nos contaron a principios del Covid", razona. En marzo de 2020, cuando se anunciaba el estado de alarma por el coronavirus, "nos decían que fuéramos al banco, un ICO avalado por el Estado porque luego esto no supondrá riesgo para la empresa".

El presidente de ARA explica que sobre la decisión de lanzarse a asumir estos préstamos pesaba otra crisis anterior. "Como teníamos el recuerdo de 2012, en el que el banco no te daba ni la hora, ese ICO quien más o quien menos lo ha pillado". La situación esta vez era diferente: "Los bancos te llamaban en aquella época y te decían que lo tenías preconcedido. Y a lo mejor no lo necesitabas".

El flujo de dinero inyectado en la economía tenía un coste, "pero nos convencieron de cogerlo por lo que pudiera pasar. Porque no iba a suponer un riesgo para la empresa. Que no ibas a tener un lastre. Y eso es mentira. Nos han engañado. Nos dijeron que cogiéramos esa ayuda porque estaba avalado por el Estado".

El pasaporte Covid

Mientras llega el final de esa carencia, el presidente Ximo Puig ha detallado más sobre cómo se querría usar el pasaporte Covid, en principio prevista para "actos masivos". Desde ARA se muestran "totalmente en contra" de su aplicación en la hostelería. "Todo el trabajo que hemos hecho para defendernos de que somos sitios inseguros se caería. Daríamos el mensaje de que necesitamos el pasaporte".

Si arranca así, Anca recalca un aspecto fundamental: "Es totalmente inútil. Es una cosa que se han inventado para que la hostelería siga marcada. No sirve ni como placebo. Porque es una chorrada. Estás vacunado y puedes volver a contagiarte y contagiar. Y eso hay que decirlo". Y si se muestra duro es porque cree que esta será una de las ideas que con el tiempo se preguntará qué sentido tenía.

Falta de diálogo

Al anunciar el planteamiento del pasaporte Covid, el presidente Puig ha asegurado que el Consell va a iniciar los contactos con el sector del ocio y de festivales. "Cuando dice que está en comunicación con nosotros, nos preguntamos, ¿con quién? Nuestra asociación, igual que Alroa, está en las dos primeras mesas de trabajo de desescalada y es que no ha habido más". 

Anca se enerva al tratar esta cuestión. "Nosotros como ciudadanos tenemos que exigirles que haya un comité para acertar y para errar. Y como no lo hemos exigido, pues nada". En este punto sí matiza un concepto, este no es un problema únicamente valenciano. Cuando tratan con las otras asociaciones autonómicas estas reglamentaciones, se encuentran con que "en todos sitios cuecen habas".

"Aquí tenemos 17 formas diferentes de hacer las cosas. Lo que pasa es que volvemos a ver que, como no hay comités científicos, parece que van a ciegas". Y lo que podría ser peor, tienen la sensación de que "la Generalitat nos ha dado la espalda desde el minuto uno".

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