Ni las lluvias de primavera ni la guerra en Ucrania, la considerada despensa de cereal de Europa, salvan al cereal en la provincia de Alicante. El sindicato Asaja lo define como "crisis sin precedentes".
Esta temporada se prevé recolectar ocho mil toneladas, una cifra tras la que se esconde el drama de la producción en el sector primario.
Ricardo Ferri, representante de la sectorial del cereal de la asociación agraria alicantina, afirma que "hoy en día, cultivar en buenas condiciones una hectárea en esta provincia cuesta en torno a 670 euros, mientras que los beneficios brutos no llegan a los 550".
¿Cómo se ha llegado a esto? El sindicato denuncia dos asuntos a los que atribuye el empeoramiento de las perspectivas: la amenaza de la fauna y los costes de producción "inasumibles".
Así describen desde Asaja que cuando se decide ir adelante el agricultor decide reducir gastos (menos fertilizantes y prescindir de las mejores semillas), lo que repercute directamente en su potencial, con el objetivo de compensar años de números rojos.
En el peor de los casos, directamente abandona su explotación.
Y ahí ponen en contexto lo que significa la guerra de Ucrania. Al fallar la producción del país tras la invasión en Rusia, Europa ha apostado fuerte por importar de terceros países, multiplicando por siete estos pedidos.
La compra a los productores fuera de la Unión hace que se "distorsione gravemente al mercado y se expulse al cereal español de su propia casa", como denuncian.
A eso se suma otra clave: los abonos se compran mayoritariamente a Rusia. Y el precio de estos se ha multiplicado por cuatro a consecuencia de los aranceles impuestos por la guerra.
"No tenemos ningún poder de decisión sobre los precios, ni de los productos que compramos, ni de los que vendemos", insiste la asociación agraria alicantina. Y ante esto, los políticos nacionales y europeos hacen oídos sordos".
El último problema, y no menos grave, es "la fauna descontrolada". Los jabalíes los señalan como un problema cada vez mayor y Ferri critica a la Generalitat porque "se limita a delegar el control de la fauna a la asociación de cazadores, que ya ha demostrado ser insuficiente".
Con todo eso sobre la mesa, los sindicatos agrarios Asaja, COAG y UPA se han concentrado este miércoles frente al Ministerio de Agricultura en Madrid.
Soberanía alimentaria
"Si el campo desaparece, la cesta de la compra dependerá de países terceros y de lo que quieran los especuladores", alertan.