Rusia y Ucrania, con la mediación de Estados Unidos, han acordado un alto el fuego en el mar Negro "con el fin de garantizar la seguridad de la navegación, eliminar el uso de la fuerza y evitar la utilización de buques comerciales con fines militares". Así lo ha anunciado este martes la Casa Blanca a través de dos comunicados que recogen las conclusiones de las conversaciones paralelas mantenidas en los últimos días en Riad, Arabia Saudita, entre la delegación estadounidense y la de los otros dos países.
En ambos comunicados, uno enfocado en Ucrania y el otro en Rusia, Estados Unidos informa que ambas partes han acordado "desarrollar medidas para implementar" el acuerdo destinado a detener los ataques contra la infraestructura energética durante 30 días, al que ambos bandos se mostraron dispuestos. Sin embargo, no se especifica qué medidas incluye cada plan, ya que en un documento se menciona el "plan acordado por el presidente Donald Trump y el presidente Vladímir Putin", mientras que en otro se hace referencia al plan pactado entre "Trump y el mandatario ucraniano Volodímir Zelenski".
Asimismo, en el texto sobre Rusia, Estados Unidos asegura que se compromete a ayudar a restablecer su acceso "al mercado mundial de exportaciones agrícolas y de fertilizantes", así como a facilitar su acceso a puertos y sistemas de pago para esas transacciones. Por otro lado, en el comunicado sobre Ucrania, la Administración Trump se compromete a "ayudar a lograr el intercambio de prisioneros de guerra, la liberación de civiles y el regreso de los niños ucranianos trasladados a la fuerza". Asimismo, el Ejecutivo estadounidense sostiene que ha reiterado a las dos partes la necesidad de que "cesen las matanzas" como paso para lograr "una paz duradera".
Si se implementa, este pacto representaría el avance más significativo hasta la fecha en el camino hacia un cese de las hostilidades más amplio, con el objetivo final de poner fin a la guerra, tres años después del inicio de la invasión rusa a gran escala.
Sin embargo, este mismo martes, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, declaró en una entrevista a la televisión que no confiaba en Zelenski y exigió "garantías de seguridad claras" para aceptar el fin de los ataques en el mar Negro, subrayando que dichas garantías solo pueden provenir de "una orden" directa de Washington a Ucrania.
Más tarde, el Kremlin, que previamente había rechazado emitir un comunicado conjunto con Estados Unidos, ha ratificado el acuerdo, pero ha asegurado que este incluye el levantamiento de algunas sanciones relacionadas con el sector agrícola, según informa la agencia Reuters.
Por su parte, el ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umerov, ha confirmado la información, pero ha advertido que consideraría cualquier movimiento de buques de guerra rusos más allá del mar Negro oriental como una violación del espíritu de los acuerdos. En tal caso, Ucrania se reservaría el derecho a la legítima defensa.