Alicante

La economía alicantina empezará en el segundo semestre del año a ver luz al final del túnel, pero con una recuperación más lenta que en el resto de España "por el mayor peso del sector turismo-restauración", así como "la dependencia de los mercados internacionales para el turismo y las compraventas inmobiliarias".

El presidente del Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (Ineca), Rafael Ballester, ha hecho este diagóstico tras presentar el informe de coyuntura del primer trimestre del año, en el que se analiza el periodo económico en el que se impusieron las restricciones más duras por el pico de la tercera ola.  

A pesar de que la tendencia del segundo trimestre "ya hace valorar una mejoría de la economía empujada por las contrataciones derivadas del levantamiento de las restricciones", Ballester vaticina que "el cambio se va a realizar de una forma pausada en los primeros meses". La idea es que esta recuperación coja fuerza según se recupere la anterior normalidad, como por ejemplo con el regreso de los turistas británicos.

Las exportaciones de la provincia, con los datos de abril, refuerzan la tesis de cambio de tendencia, ya que anotan un incremento del 60%. También las importaciones, con un 67,9% más, que indican que la industria ya ha reactivado su producción y vuelve a incorporar materias importadas para sus procesos productivos.

Respecto al empleo, el director de Estudios de Ineca, Francisco Llopis, ha indicado que en los dos primeros meses del año se ha registrado "un descenso continuado de afiliados con más intensidad que en el resto de España", aunque en marzo ya se refleja un cambio de tendencia, "mejorando además los valores medios nacionales".

Para Llopis, el desempleo "sigue siendo nuestro talón de Aquiles, y marzo se cerró con 22.847 personas demandantes de empleo más que en marzo de 2020", cuando el cierre temporal de la actividad desplomó el empleo.

El sector servicios sigue siendo el que más porcentaje de parados recoge, con un 73% del total. La otra cara de la moneda es el sector industrial, que finaliza el primer trimestre con una reducción de 1.044 trabajadores en paro respecto a los valores de hace un año.

Llopis consideró que la tasa de paro de la Encuesta de Población Activa (EPA) sigue siendo elevada, casi un 20%, aunque no llega a alcanzar los datos de la anterior crisis (diez puntos más).

Rentas y sectores

Por otra parte, el director de Estudios de Ineca incidió en que los salarios se han podido mantener a pesar de la crisis gracias a la activación de los procesos de ERTE. Esta situación se comprueba "con la recaudación de la AEAT en el IRPF, que en el primer trimestre recoge una variación anual positiva". En España el ascenso es del 2,5% mientras que en la provincia se queda con un 0,9%.

Por bloques de actividad, el sector industrial, por la vía del comercio exterior, ha comenzado el año con buenas cifras, salvo el sector del calzado que continúa con descensos, incidiendo de forma directa sobre el empleo en las comarcas con mayor especialización en este producto.

Llopis informó de que, en el eje de la construcción-inmobiliario, el inicio de nuevas viviendas a partir de los visados de obra nueva recoge un descenso anual en el trimestre del 53,3%, muy lejos del dato nacional que apenas se reduce un 0,6%. Con estos datos "se alarga el proceso de reducción de la actividad en nueva vivienda iniciado en el año 2019".

Por el lado de las operaciones de compraventa, la recuperación en la provincia de Alicante "está siendo muy tímida, con avances muy reducidos, especialmente si se compara con otros territorios de caracteres similares".

Sin duda, "la ralentización e incluso paralización de las actividades vinculadas con el turismo, junto a descenso de actividad en el calzado, dos de los motores de la provincia, están afectando a los procesos de inversión inmobiliaria". 

En la misma línea se mueven las ventas realizadas por extranjeros, que en la provincia de Alicante suponen un peso muy importante. Este colectivo ya mostraba en 2019 ciertos síntomas de agotamiento, con variaciones anuales negativas reducidas. Ahora esto se une "a la incertidumbre que todavía planea sobre las consecuencias económicas de la salida del Reino Unido de la Unión Europea", lo que hace que este mercado "esté posponiendo sus decisiones".

En cuanto al turismo, éste acumula prácticamente un año de actividad en valores mínimos, donde las escasas pernoctaciones anotadas son generadas por el mercado nacional. También tienen una duración menor, por lo que los ingresos de estos establecimientos se han visto reducidos de forma drástica.

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