Alicante

Pocos deportes han experimentado una explosión mediática más espectacular en los últimos años que el ciclocross. Esta especialidad ciclista que combina recorridos por prados, arena, agua y barro, salpicados de obstáculos, ha pasado de ser casi clandestina para los aficionados españoles a convertirse en todo un acontecimiento social y deportivo.

Y el principal artífice de que haya prendido la mecha es Felipe Orts (Villajoyosa, 1995), tricampeón de España instalado en la nobleza mundial de este deporte, junto a belgas y neerlandeses, los grandes dominadores.

Felipe Orts se enorgullece de la progresión que experimenta este deporte en España.

Orts, que desde pequeño combinó todas las especialidades ciclistas, dio este año el salto al asfalto como profesional con el equipo Burgos BH, aunque no oculta que su pasión es el ciclocross porque supone una mayor "dificultad técnica" de la que disfruta como el primer día.

El jonense, subcampeón del Mundo sub-23 hace cinco años, atiende a EL ESPAÑOL mientras ultima los detalles de la segunda edición del Gran Premi Felipe Orts, prueba que se disputa este martes en su localidad natal sobre un circuito de dos kilómetros y en la que participarán más 400 ciclistas de todas las categorías y edades.

Un circuito a disfrutar

"He intentado preparar lo más parecido a lo que sería un circuito de los que hay en Bélgica y Holanda. Hay un tramo largo de arena por la playa, escalones, tablones… Algunos corredores lo ven un poco duro, pero es muy técnico. Espero que disfruten todos los participantes y, sobre todo, los espectadores de La Vila y de las localidades que vengan a ver la prueba", señala.

Para el campeón español no supone una presión tener que vencer en su prueba. Todo lo contrario. "De verdad que el resultado es lo de menos. Me conformo con que la gente disfrute y se enganche al ciclocross. Para mí no hay mayor victoria que esa", añade el jonense.

Para el corredor de Villajoyosa, el crecimiento de su deporte es "espectacular" en todos los aspectos. "No hay más que ver cómo estaba hace cinco años y la expectación que levanta ahora. En España hemos mejorado en todo, en número de inscritos en las pruebas, en la organización y en los circuitos. Cada vez hay más críos que quieren probarlo", apostilla.

Deporte de moda

En este sentido, Orts se siente "responsable y un poco embajador" del espectacular repunte ciclocross en España. "Que en la época en la que se está viviendo una lucha histórica haya un español por ahí creo que ha influido", explica el ciclista, en alusión a la épica pugna que protagonizan desde hace un par de años el belga Van Aert y el neerlandés Van der Poel.

"Tengo más relación personal con Wout Van Aert, pero hay que admitir que Van der Poel tiene magia. El belga es impresionante en todos los terrenos, solo hay que ver lo que hace en el Tour, pero si hablamos de ciclocross el holandés tiene una potencia indiscutible", explica sobre los dos capos de su deporte.

La temporada en ruta no le ha ido mal, aunque admite que le ha costado adaptarse al nivel "altísimo" que ha encontrado en el pelotón. "Cuando he estado en forma creo que he dado un buen nivel", afirma el jonense, quien se sigue sintiendo un corredor de ciclocross "porque si soy profesional es gracias a los éxitos que he logrado aquí".

Como retos para el invierno, el campeón español se plantea ser regular en Bélgica, la cuna del ciclocross. "Quiero hacerme un hueco allí, que es donde están los mejores rivales y las mejores carreras", señala el corredor, quien se siente orgulloso de que la afición europea "comience a valorarme como uno más de ellos".

Por último, Felipe Orts no oculta la ilusión que le haría que su deporte acabara siendo olímpico, al igual que ha sucedido con la bicicleta de montaña. "Lo tiene todo, porque es muy fácil de organizar y atractivo para el espectador. Si seguimos en esta línea podemos conseguirlo algún día", sentenció.

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