Alicante

La vida le ha cambiado a Toni Gallego desde que hace mes y medio Intercity y Fundación Lucentum, club del que sigue siendo presidente, decidieron unir sus caminos. El dirigente, vinculado toda la vida al baloncesto, ha pasado a ser el CEO de la nueva entidad, lo que conlleva doblar horarios para atender a todos los frentes que la fusión ha provocado.

El "mejor piloto posible para el coche que hemos creado", como lo definió Salva Martí, máximo dirigente del grupo Intercity, analiza para EL ESPAÑOL de Alicante las primeras semanas al frente del proyecto y desvela sus ambiciosos y algunos de sus grandes retos.

¿Cómo está siendo su día a día tras la unión de las dos entidades?

Ahora mismo estoy más tiempo pendiente del Intercity, que es al que conozco menos. Me estoy empapando de los detalles de su historia y de su crecimiento. Intento organizar todo aquello que pueda dar servicio a las dos entidades. Estamos en un periodo de análisis, buscando la forma de consolidar la unión. Es evidente que le he restado algo de tiempo a la Fundación Lucentum, pero la conexión con Daniel (Adriasola, vicepresidente) en total.

Ser un buen gestor

Intercity dio el primer paso, pero ahora le ha entregado el timón del proyecto. ¿Cómo lleva esta doble responsabilidad?

Me siento halagado y sé que es una gran responsabilidad. Salva Martí es un emprendedor nato y mi objetivo es demostrarle que puedo ser un buen gestor y consolidar este proyecto de forma beneficiosa para las dos partes.

Usted es el padre del nuevo Lucentum. ¿Cómo lleva eso de no poder estar todo el día pendiente de la criatura?

Bueno, no le quito el ojo de encima y más con la dificultad de esta temporada por culpa de la pandemia. Por la mañana estoy más con el Intercity, pero tres o cuatro tardes a la semana voy a la sede de la Fundación. Dani ha ganado más protagonismo y las cosas que antes resolvíamos entre los dos ahora le tocan, en muchos casos, a él.

La fusión causó un enorme impacto en la sociedad alicantina y cierta controversia. ¿Cree que los aficionados ya han asimilado el nuevo proyecto?

Sinceramente, desde el principio el 99% de los inputs que recibíamos eran positivos. No creo que el rechazo haya bajado porque en realidad solo hubo un 1% descontento que, eso sí, hace mucho ruido. Creo que la gente miró esta unión con expectación y el paso del tiempo ha hecho que ese 99% esté todavía más a favor.

Dentro del proyecto entre los dos clubes hay un tercer invitado, el CFI Alicante, del que apenas se habla. ¿Qué futuro le espera a la entidad celeste?

El Alicante es parte del Intercity y de su sección de fútbol. Estamos integrándolo. Es como unir unos vagones a un tren en marcha. Estamos buscando esa convergencia entre los dos, pero tenemos claro que el Alicante tiene que ser una parte más de la sección de fútbol, no puede haber dos secciones dentro del mismo deporte. El primer equipo del Alicante tiene que ser el segundo del Intercity.

Pero, ¿qué pasa con los equipos de la cantera?

Seguirán con su misma estructura, pero con una coordinación única. Por ejemplo, si un juvenil del Alicante sube a categoría nacional y el del Intercity baja, apostaremos por el del Alicante, al que trataremos de reforzar con los mejores jugadores. En el equipo que esté más arriba, ya sea Alicante o Intercity, estarán los mejores.

El nuevo proyecto tiene fútbol, baloncesto y fútbol sala. ¿Cuántos clubes de la provincia, de otros deportes, le han llamado ya para tantear si es posible sumarse?

Hay llamadas, pero más que nada para conocer detalles de cómo hemos llevado a cabo la fusión. Es una operación pionera y estamos abriendo un camino. Hay curiosidad por saber qué gana cada entidad con la operación. Nos piden información. Es parecido a cuando creamos la Fundación desde el Lucentum. Hemos detectado muchos clubes dispuestos a colaborar para que el deporte de Alicante sea lo más importante posible, ya sea desde dentro del Intercity o desde fuera.

¿Hay opciones reales de que el proyecto se expanda por la provincia?

No creo que tenga que haber limitación territorialidad. Alicante no es una provincia tan grande como para estar limitados a una comarca. De hecho, con la cotización en bolsa se abre a que la propiedad no tenga que ser solo local.

Alicante es una provincia muy atomizada. Cada localidad es muy de lo suyo, ¿ve posible unirla en torno a un solo club?

Eso es algo que tiene que ver con cada deporte. En el fútbol es más difícil, porque el que es del Elche, que ahora es el referente, no va a hacerse del Intercity, que es humilde y está en la cuarta categoría. Pero en baloncesto, por ejemplo, el Lucentum sí era el equipo de la provincia. Ese cariño se gana con el tiempo. Intentaremos estar en las categorías más altas para generar ese sentimiento de respeto y cariño. Yo creo que, de todas formas, depende más del deporte que sea que de las limitaciones geográficas.

En el brindis de Navidad, el presidente, Salvador Martí, apostó a ganador. Solo quiere ascensos. ¿Hasta qué punto esa ambición puede volverse en contra?

La ambición deportiva es positiva y es lo que nos une a Intercity y Lucentum. No es algo nuevo, porque en la Fundación siempre la hemos tenido, pero una cosa es ser ambicioso y otra los medios de los que se dispone. Los objetivos tienen que ser realistas, pero ambiciosos. En el baloncesto, por ejemplo, tenemos la ambición de subir, pero no el presupuesto de Estudiantes o Granada. Salva nos pone el objetivo más ambicioso, pero eso tiene que estar relacionado con el presupuesto. Si nuestro presupuesto está en mitad de tabla, el objetivo deportivo es quedar por delante de la mitad de la tabla. Y eso implica intentar ascender.

Dijeron que juntos serían más fuertes. ¿Se está notando ya la fusión en temas de patrocinios?

Estamos en ese proceso, pero si vas de la mano con Fundación Lucentum e Intercity las cosas son más fáciles. El patrocinador ya puede optar a distintas posibilidades. Hay que tener en cuenta que solo en los niños y niñas de las canteras tenemos una base de 1.200 familias. Y eso ya no es lo mismo que antes, que había 200.

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