Alicante

El HLA Alicante certificó el pasado domingo, 24 horas después de su derrota en La Coruña, la clasificación para los playoff de ascenso a dos jornadas del final y tras una carambola a dos bandas que le fue propicia.

El baloncesto alicantino, ocho años después, volverá a pelear por entrar en la ACB, aunque el último precedente no deja, precisamente, un buen sabor de boca. En aquella ocasión, el Lucentum ganó el ascenso en la pista para caer a los infiernos, semanas después, por sus problemas financieros.

Ahora es otra historia y otro club, heredero legítimo de aquel, pero muy diferente en sus formas y modelo. Tras seis años de expiación por las catacumbas del baloncesto, el HLA Alicante mira el futuro con ilusión, pero sobre todo “con humildad y sin levantar los pies del suelo”, como repite su presidente, Toni Gallego.

El dirigente no disimula su satisfacción por el éxito deportivo, ya que recuerda que el HLA arrancó la competición con uno de los presupuestos más bajos. El premio de los playoff compensa en parte la decepción del pasado año, cuando solo la pandemia pudo frenar al equipo de Pedro Rivero que, sin la presión de otros, iba desatado a por el ascenso.

“Hubiéramos sido un rival peligroso para cualquier equipo, tanto como ahora”, avisa el presidente. Su equipo no tendrá el factor campo a favor en ninguna eliminatoria, aunque tampoco parece importar demasiado a un equipo que tiene siete vidas. “No somos favoritos, pero a mí no me gustaría jugármela ante un equipo como el HLA”, avisa Gallego.

Y ahora qué

La gran pregunta que se hace el aficionado al baloncesto en Alicante es si el HLA, en el caso de ganar el ascenso en la pista, podrá defender luego su plaza en la ACB, competición que se ha convertido en un club privado con derecho de admisión. “Nosotros vamos a disfrutar de estas eliminatorias con toda la ambición del mundo, aunque económicamente no estamos en una situación buena para afrontar un ascenso”, admite el presidente.

Sin embargo, Toni Gallego asegura que si se cumple el sueño “trabajaremos para lograr el apoyo económico y poder competir”. En este sentido, el mandatario recuerda la amarga experiencia del Lucentum, del Burgos o la reciente del Valladolid. “Una cosa es lo que se puede conseguir deportivamente y otra lo que se pueda materializar. Si conseguimos las dos cosas, perfecto. Y si no, a trabajar para que sea posible compaginarlas en algún momento”, añade

Enfocando en lo deportivo, Toni Gallego otorga todo el favoritismo a los cuatro primeros clasificados, Granada, Lugo, Castellón y La Coruña “porque también tienen mayor presupuesto”. Y porque para ellos “subir es casi una obligación”, mientras que para el HLA Alicante es una ilusión.

Gallego nunca tuvo dudas del rendimiento de la plantilla. Ni siquiera cuando el grupo atravesó al principio del año un desierto en los que solo ganó dos partidos de ocho. “Era algo que podía pasar por las lesiones y el desgaste de la competición. Comenzamos fuertes la temporada porque sabíamos que era clave arrancar bien, como ya sucedió en la LEB Plata”, explica el presidente, quien afirma que el subcampeonato de Copa “nos dio a entender que podíamos competir con cualquiera si teníamos un mínimo de salud”.

Afición

No ha sido fácil para el HLA Alicante, un grupo de genética pasional y unido a su hinchada, adaptarse a una situación como la de la presente temporada. Sin apenas público, el equipo ha tenido que competir en cierta desventaja con algunos rivales. “Me siento muy orgulloso del comportamiento del grupo y de cómo hemos llevado toda esta situación en el club, tanto dentro como fuera de la pista. Solo hemos tenido un positivo y fue ajeno a la burbuja”, presume Gallego.

Ahora que la tensión sanitaria se ha relajado, el presidente ya imagina un Centro de Tecnificación convertido de nuevo en una caldera para los playoffs. “Que se comience a hablar de ampliar el aforo es una buena noticia, sobre todo porque es señal de que la pandemia está remitiendo. Tenemos asegurada la presencia de mil espectadores para el próximo partido, pero queremos más. Queremos llegar a los 1.400 el domingo. Tenemos los protocolos preparados, pero no depende solo de nosotros”, explica.

El domingo, aunque sea solo con un cuarto del aforo, el pabellón será una fiesta para homenajear a un equipo que ni en la derrota suele decepcionar. “Siempre les digo a los jugadores el primer día de pretemporada que lo único que se les exige en Alicante es dar el 100%. Si eso nos lleva a la victoria, perfecto. Aquí se les va a aplaudir igual porque el esfuerzo, el respeto y el compromiso están en el ADN del club”, sentencia.

 

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